Un grupo de policías donde un gendarme fue asesinado en marzo. :: AP
ESPAÑA

Los investigadores creen que el robo revela una reorganización de ETA

La banda trata de reconstruir una rama encargada de elaborar documentos falsos para los militantes

BILBAO. Actualizado: Guardar
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Las fuerzas de seguridad están convencidas de que el robo de material para fabricar tarjetas de crédito y otros tipos de documentos de identidad llevado a cabo por ETA en Romans sur Isere forma parte de un plan de la banda para volver a poner en marcha sus aparato de reorganización. En este sentido, enmarca el asalto en una reorganización de la banda, que ya se había detectado en los últimos meses. El robo indica, según las fuentes consultadas, que los terroristas volvieron a preparar todas sus infraestructuras para mantenerse operativas por lo que, al menos a corto plazo, sus planes son mantener su actividad.

Según las investigaciones, el robo de las 6.000 tarjetas y un número de impresoras especiales en la empresa Impuls se enmarca en las necesidades de la banda de reconstruir el aparato denominado 'ADI'( Agiri Dokumentugintza Imprimakiak. Documentación de Certificados Impresos). Este sector se encarga de una área tan vital como la elaboración de todo tipo de documentos falsos para los militantes. lo que les permite vivir ocultos en Francia con mayores medidas de seguridad.

'ADI' recibió uno de sus golpes más duros en julio de 2007, cuando las fuerzas de seguridad galas localizaron a dos terroristas que trasladaban el material del aparato de falsificación, tanto impresoras como los datos de activistas ya empleados. Dos años después, los agentes franceses detuvieron a Ekaitz Sirvent, quien estaba considerado el jefe de esta trama de la banda, aunque también tenía altas responsabilidades en la dirección política de la banda. Documentos encontrados en poder de Sirvent evidenciaron que el etarra estaba poniendo en marcha un nuevo sistema de falsificación.

Las fuerzas de seguridad no tienen dudas de que tras el robo se encuentra ADI pero ahora tratan de determinar el alcance del material que se llevaron de la empresa francesa. Según fuentes oficiales, las tarjetas están destinadas de forma prioritaria a la elaboración de elementos de identidad, con lo que la organización terrorista podría falsificar sin problemas el nuevo DNI pero también el carné de conducir. Las fuerzas de seguridad también están investigando si el material podría servir para fabricar tarjetas de crédito, uno elemento que añade un nuevo condicionante a este asalto.

Una de las claves del robo está en una lista que llevaban los terroristas. El robo fue cometido por dos hombres y una mujer encapuchados que entraron en la fábrica de Impuls y, tras encañonar al director, procedieron a revisar el material que se encontraba dentro del almacén. Uno de los terroristas disponía de un documento que iba leyendo para que buscasen determinados objetos, lo que revela que los activistas habían estudiado con minuciosidad el lugar que iban a asaltar y sabían qué tipo de material debían buscar, así como sus especificaciones.