Un cuarto de siglo en la Universidad

Cuando Carmen Blanco llegó al departamento de administración del Rectorado aún quedaban máquinas de escribir en las mesas. Apenas había comenzado el año 1985 y solo quedaban unos meses para la llegada de los ordenadores. «El que hoy no se suba al carro se queda atrás». Ésa fue la advertencia y, desde entonces, no han dejado de adaptarse a los cambios.

Y mientras Carmen lidiaba como podía con la nueva herramienta, Juan Antonio Cejudo, actual director del departamento de informática, preparaba al equipo para lo que se venía encima. «Nos pilló la gran revolución y pasamos de un pasillo con unos cuantos ordenadores a contar con cuatro centros y medio centenar de trabajadores», explicaba ayer después de recoger su medalla. Los dos han cumplido sus bodas de plata al servicio de la institución junto a otros 50 trabajadores más, entre profesores, técnicos e investigadores.

Durante un claustro extraordinario, la Universidad quiso premiarlos con un reconocimiento a la labor realizada en este tiempo. En nombre de los galardonados habló el decano de la Facultad de Económicas, Fernando Martín, que centró su discurso en la transformación que ha sufrido la UCA en estos 25 años. Durante su intervención, destacó la ampliación de los campus y el reto de Bolonia como los grandes avances de la Universidad, de la que dijo: «Ha superado la fase de crecimiento y ahora empieza la consolidación».

Entre los asistentes se encontraba la viuda del profesor Francisco Morilla, fallecido este año y que también habría cumplido sus bodas de plata en la institución gaditana. Entre lágrimas recogió el galardón arropada por los aplausos del auditorio.