El 147 entra en la historia de los segundos premios más bajos

Nunca un segundo premio del sorteo de la Lotería de Navidad había sido tan bajo. El 147 ya está en la historia por haber sido premiado con un millón de euros muy repartidos. Cantado a punto de cumplirse las dos horas de sorteo por Eduardo Escobar y Alejandra Alver, con Adrián Escobar y Cristian Monge encrgados extraer las bolas, el octavo alambre de la cuarta tabla ha dejado el segundo premio más improtante de este sorteo más seguido del año.

Se ha vendido en la administración 1 de Sestao (Vizcaya), 56 de Madrid, 1 de Roa de Duero (Burgos), 1 de Velez de Benaudalla (Granada), 2 de Calatayud (Zaragoza), 1 de Sort (Lérida), 3 de Santiago de Compostela (La Coruña) y la 31 y 67 de Madrid. La primera de las madrileñas es la popular administración de 'Doña Manolita'.

Muchos ceros

"Nos costó bastante venderlo, la gente no lo quería, lo rechazaba, tiene muchos ceros, esto no sale...", ha explicado la lotera Concha Coronado a los numerosos medios de comunicación que esperaban en la popular administración de lotería, conocida por repartir siempre algún premio en este sorteo. Coronado ha añadido que un señor "que estaba muy nervioso" les ha llamado para decir "...y yo no lo quería y yo no quería...", y contarles que les compró un décimo del número premiado ante la insistencia de las loteras, "y ahora ha salido". El propietario de este décimo recibirá 5.000 euros por cada euro jugado.

'Doña Manolita', fiel a su lema "la suerte siempre esta aquí", también ha vendido en el sorteo de hoy dos de los ocho quintos premios, dotados con 50.000 euros cada uno. La lotera ha dicho que no sabe quiénes son los afortunados y que en todo caso nunca lo diría. "Son ellos los que tienen que darse a conocer si quieren", ha comentado, así como que tampoco le gusta ofrecer cifras de venta.

Este segundo premio se ha repartido parcialmente por Internet a una de las peñas del portal de venta de lotería serviapuestas.es. En la localidad granadina de Velez de Benaudalla muchos de los agraciados son jóvenes, algunos de ellos estudiantes o parados, y jubilados.