DECISIONES
Actualizado: GuardarNingún chantaje, ni siquiera el de los controladores aéreos, más efectivo que el del clima. La amenaza de daño que anunciaron los barómetros, que ahora lo ven todo venir, pero se quedaron cortos. Más de 3.500 vuelos han sido suspendidos en Europa y además se ha acabado el líquido anticongelante, quizá porque se haya empleado todo en evitar que se hielen nuestras esperanzas. Para calentar algo el gélido ambiente se nos revela que el eclipsado señor Zapatero ya conoce su futuro inmediato y ha hecho partícipe a su mujer y a un líder del PSOE. Los griegos decían que «el futuro descansa en las rodillas de los dioses», pero se conoce que se cansan y de vez en cuando estiran las piernas. Lo más difícil para quienes ostentan el poder es tomar decisiones. Decidir implica siempre una renuncia, pero quizá haya algo más arduo que tomar una decisión: tomar las decisiones de Villadiego.
Artur Más también ha propuesto «una transición catalana basada en el derecho a decidir», pero PSC y PP rechazan la oferta. España está sin pulso y no es el momento más adecuado para echárselo a nadie. Más vale entretenerse en otras cosas, como la denuncia de esa familia musulmana a un profesor que se atrevió a hablar del jamón en clases. Debiera nombrar abogado defensor a Víctor Márquez Reviriego, experto en estas momias insignes. Muchos estamos decididos a pasarlo lo mejor posible, pase lo que pase, incluido lo que está pasando. La OCDM le mete prisa a España para que eleve la jubilación por encima de los 67 años y aconseja al Gobierno que baje los sueldos y suba los impuestos. Se conoce que no le salen nuestras cuentas.
A nosotros tampoco nos cuadran y por eso hemos decidido no hacerlas durante los días que nos quedan del año. Tengo dicho que es mala cosa hacer balance, aunque jamás he dicho que fuera bueno mirar al porvenir como a un visitante benévolo. Hay que darle la cara, eso es todo.