CUESTIÓN DE RUIDO
Actualizado: GuardarLa última pregunta de la rueda de prensa del pasado sábado a José Mourinho fue si estaba cansado de que los partidos en España, y concretamente los del Real Madrid, duraran una semana, ya que se analiza hasta el más mínimo detalle y el desgaste que sufre la imagen del entrenador es importante. Él respondió que no, que la sintonía con el club era total y que trabajando codo con codo todo se hacía mucho más fácil.
Misteriosamente, 24 horas más tarde todo había cambiado y una guerra fría se iniciaba con unas palabras incendiarias en las que se señalaba al departamento de prensa y en la que no se señalaba a nadie en concreto, pero se salpicaba a la dirección del Real Madrid. Sea como fuere, el propio Mourinho acaparó toda la atención en una semana en la que se había hablado mucho sobre el distanciamiento entre Cristiano Ronaldo e Iker Casillas, y en la que quizás iban a ser odiosas las comparaciones entre el juego del Barcelona, que siguiendo a lo suyo arrolló al Espanyol en cornellá-El Prat por 1-5, y el resultado del Real Madrid, que a pesar del árbitro y las bajas ganó 1-0 haciendo el peor juego del año.
Dicen de Mourinho que desde el 5-0 del Camp Nou es otro, dicen que el estilo de juego del equipo es más rácano, y eso los aficionados lo notan. Si bien está haciendo lo mismo que hacía en Italia con el Inter de Milán, es decir, ganar y hacer unos números sensacionales, aquí se topa con un rival que aunque nos cueste reconocerlo a los madridistas, hoy por hoy está por encima. Ahí está la gran diferencia. En cualquier caso, aunque pueda tener razón en el fondo, le han perdido las formas. Si a todo esto sumamos la 'dictadura mediática' que impide criticar a nada de lo relacionado con el Barcelona, ya tenemos al héroe y villano de la actual temporada. Ese portugués...