La lluvia impide poner fecha a la segunda fase de los trabajos en el río
Los vecinos de la zona rural miran al cielo con temor cuando se cumple un año de las riadas que provocaron enormes destrozos
JEREZ.Actualizado:Los vecinos de la zona rural han vuelto a aguantar la respiración tras las últimas lluvias, justo cuando se cumple un año de las inundaciones que elevaron a la ciudad a las portadas de los informativos de medio mundo. Pero lo más grave para los afectados es la sensación de que «no se ha hecho casi nada» para poner freno a esta situación: «Quitaron unos cuantos eucaliptos al lado de la venta Cartuja y el puente, pero ahora todo está parado», se quejaba ayer Toñi Romo, representante vecinal de la barriada de Las Pachecas.
En La Ina y La Greduela, la sensación es la misma. Sin embargo, desde la Delegación Provincial de Medio Ambiente insistieron en que los trabajos de emergencia de la primera fase han terminado, tras la retirada de sedimentos y la tala de 700 eucaliptos. Estas actuaciones tuvieron lugar entre los meses de septiembre y octubre, pero las últimas lluvias impiden que ahora mismo se puedan retomar los trabajos en el río Guadalete.
Por tanto, la segunda fase de momento no tiene fecha, aunque «lo más urgente se ha llevado a cabo ya», según las mismas fuentes. De hecho, se ha logrado bajar el caudal en 30 centímetros, lo que no impide nuevas inundaciones -ya que es el curso natural del río- pero puede amortiguar los efectos de una crecida.
La delegada de Alcaldía de La Ina, Mónica Castellet, indicó que «todavía está todo tranquilo porque no ha llovido de manera continuada», si bien «eso no quita que tengamos el miedo en el cuerpo». Cree que en parte «se ha engañado y manipulado a los vecinos». Por su parte, María José Tejero (La Greduela) opina que «se ha hecho muy poca cosa en el río».
Sobre las inundaciones, el parlamentario socialista José Luis Blanco respondió a las críticas del secretario de Asaja Cádiz por la gestión de las ayudas: «El señor Cristóbal Cantos se comporta una vez más como un ariete político del PP contra los gobiernos socialistas, rompiendo la necesaria neutralidad de una organización agraria».