El Barça se humaniza en la Copa
Los leones defendieron con garra el cero en su portería y los de Guardiola echaron de menos a Messi, que entró tras el descanso El conjunto azulgrana no pasó del empate sin goles ante el Athletic de Bilbao en la ida de octavos
BARCELONA. Actualizado: GuardarEl Barça, endiosado justamente por sus últimas exhibiciones ligueras, volvió ayer a la tierra para encontrarse con un Athletic muy organizado que aguantó el 0-0 hasta el final en el Camp Nou en la ida de octavos de final de la Copa del Rey.
El equipo azulgrana se jugará su continuidad en la competición San Mamés ante un equipo como el rojiblanco que vuelve a vibrar con el torneo del KO en las últimas temporadas, con final incluida en aquella noche inolvidable de Mestalla.
Pep Guardiola tiró de parte de su fondo de armario (Pinto, Maxwell, Mascherano, Keita y Bojan), manteniendo en el equipo a algunos titulares ilustres como Alves, Piqué, Abidal, Xavi, Iniesta y Pedro.
A la mezcla, aunque reunía calidad suficiente para superar al Athletic, le faltaba el componente que hace bueno cualquier experimento: Leo Messi, que arrancó en el banquillo, pero luego tuvo sus minutos en la segunda mitad.
El Barça dominó desde el inicio, pero sin claridad de ideas en el pase final en contraste con las últimas goleadas ligueras.
Con Iniesta haciendo de Leo en la posición de falso '9' y Pedro y Bojan abiertos a las bandas, el Athletic supo cerrar todos los huecos con un planteamiento conservador pensando, lógicamente, en el encuentro de vuelta en San Mamés. Joaquín Caparrós, con la baja por lesión de Fernando Llorente, se agarró a un sistema defensivo muy disciplinado y en ataque lo confió todo a alguna acción a balón parado, como un cabezazo de Gurpegui que se fue alto por poco a la salida de un córner (min. 35) en su mejor y única ocasión en la primera parte.
Demasiado previsible
El equipo azulgrana, habituado a llegar con paredes hasta la portería rival, recurrió en la tarde-noche de ayer a lanzamientos desde fuera del área ante la evidencia de que no encontraba pasillos.
Gorka Iraizoz, muy atento, detuvo uno de Bojan (min. 6) y mandó a córner dos intentos muy intencionados del manchego Andrés Iniesta (min. 24 y 28).
Como no podía ser de otro modo, Guardiola llamó a filas a Messi y Villa recién comenzada la segunda parte. Pero para entonces el Athletic de Caparrós ya había crecido mentalmente para creerse infranqueable.
Joaquín Caparrós respondió además dando entrada a Muniain y Orbaiz para convertir el 4-4-2 inicial en una 4-5-1. Una muralla. El Barça acorraló al Athletic hasta el final, ya con Andrés Iniesta y Xavi Hernández en la media y su tridente de lujo arriba Messi-Villa-Pedro.
Sin embargo, salvo un intento del Guaje Villa y un remate fallido de Piqué, todavía tuvo menos ocasiones que en la primera parte y el encuentro acabó sin goles.