ANDALUCÍA

Roca en estado puro

El exasesor urbanístico insiste en que Gil dirigía la Gerencia y asegura que «el alcalde nunca firmaba nada»

MÁLAGA. Actualizado: Guardar
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Juan Antonio Roca en el juicio por el 'caso Malaya' ha dejado adivinar la verdadera personalidad del hombre que, presuntamente, tejió la trama de corrupción en Marbella. Autoridad, habilidad, seguridad y sobre todo un gran dominio del sumario permitieron ayer a Juan Antonio Roca defenderse de las acusaciones de malversación, blanqueo de capitales y fraude fiscal que pesan sobre él en relación a la operación 'Crucero Banús', un negocio urbanístico que proporcionó más de seis millones de euros de beneficio en menos de un año y en el que, presuntamente, resultó perjudicado el Ayuntamiento de Marbella.

Pertrechado tras una mesa con monitor y con la ayuda de su inseparable cuaderno de notas y un ordenador portátil, el ex asesor de urbanismo contestó ayer a las preguntas de los abogados del Ayuntamiento de Marbella y de la Junta de Andalucía y de los letrados del resto de los imputados.

Con mucho aplomo, Roca rebatió una a una las acusaciones que se le formularon sobre el convenio que permitió la operación urbanística. Para empezar, repitió los argumentos del día anterior, cuando fue cuestionado por el fiscal Anticorrupción. Roca volvió a insistir en que el urbanismo de Marbella lo dirigía el fallecido Jesús Gil y solo él tomaba las decisiones. Así sucedió en el caso de 'Crucero Banús', en el que, según dijo, fue el alcalde el que exigió al ex teniente de alcalde Pedro Román, el principal inversor interesado en los terrenos, más del 50% del exceso de aprovechamientos urbanísticos y una compensación de 240 millones de pesetas frente a los 60 que acordó con el anterior propietario. «Fue una imposición de Gil. Le exigió más del doble de lo que exige la ley precisamente por ser Román, porque el alcalde no quería que eso se viera como un trato de favor», explicó a preguntas del Alberto Peláez, letrado del Ayuntamiento de Marbella.

«Ir a firmar». Rotundo y sin pensárselo dos veces, así describió Roca el papel de Julián Muñoz, entonces alcalde accidental, en la ratificación del convenio de 'Crucero Banús'. «Su papel era ir a firmar cuando lo llamaba. El alcalde no firmaba nada. El alcalde es el alcalde (dijo cuando se le preguntó si se refería a Gil); el que decidía en el Ayuntamiento».

El letrado de la Junta de Andalucía le interrogó sobre el delito blanqueo de capitales y sobre el dinero opaco que el propio Roca el pasado lunes admitió hacer utilizado para pagar el 15% de participación en el negocio de 'Crucero Banús'. «Utilicé dinero opaco porque la operación fue residenciada en Suiza. Mi participación se hace con una sociedad suiza que se rige por las leyes suizas con un dinero que está fuera de España». Y añadió: «Yo entendía que no podía venir y decir oigan ustedes señores de la Hacienda Pública voy a declarar un beneficio que he obtenido con un dinero que he aportado, que lo tenía en Suiza y no se lo declaré a ustedes».