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Los controles se multiplican para contrarrestar la imprudencia al volante durante estos días. :: JAVIER FERNÁNDEZ
Jerez

La Navidad dispara los positivos en alcoholemia

Los juzgados se llenan de conductores ebrios por las fiestasLas comidas de empresa son la excusa para que en un solo día se pase de un detenido a siete por circular bajo los efectos del alcohol

ALMUDENA DOÑA admontalvo@lavozdigital.es
JEREZ.Actualizado:

«Es que vengo de la comida de empresa... pero que conste que solo me he tomado dos copas». Ésta es la frase más repetida que escuchan por estas fechas los agentes encargados de realizar controles de alcoholemia y que tienen en sus manos un trabajo ingente en pos de la seguridad del tráfico. Los delitos que se cometen en torno a este tema suelen ser una constante, pero lo cierto es que la época navideña y las fiestas en general disparan las estadísticas y ponen de relieve que la concienciación ciudadana aún está muy alejada de los niveles que puedan considerarse óptimos.

Tanto es así que si en un día cualquiera los juzgados de guardia reciben normalmente a una persona acusada de conducir bajo los efectos del alcohol, ayer, por ejemplo, se dieron hasta siete casos de individuos que habían arrojado un resultado positivo y habían sido detenidos y derivados a la autoridad judicial. Así lo informaron fuentes profesionales, explicando que los festivos son el culmen de este despropósito, puesto que durante el puente de la Constitución en un solo día se llegaron a registrar hasta 17 positivos en alcoholemia.

El perfil de los infractores suele ser diverso, aunque se trata en la mayoría de conductores jóvenes con una cosa en común: sus ganas de excusarse bajo el paraguas de las comidas de trabajo. Otra de las características que comparten es la de no presentar unos índices excesivamente altos (ellos siempre aseguran que solo han tomado dos copas), pero lo suficiente para que su forma de proceder se convierta en delito.

Cárcel, multa o servicios

En cuanto a la captura de estas personas, algunas de ellas son pilladas en los diversos controles que realizan Policía Local y Guardia Civil y que intensifican en Navidad, aunque muchas otras acaban cayendo por su propia conducta, al ser interceptadas mientras cometen cualquier tropelía al volante. Una vez en el juzgado, en el caso de que no tengan antecedentes la Fiscalía se inclina a solicitar tres meses de cárcel, que pueden ser sustituidos por una multa de cuatro meses a razón de seis euros diarios.

Si el detenido ya contaba con antecedentes, entonces lo normal es que le caigan unos seis meses de prisión, que también podrán ser intercambiados por una multa cuya duración siempre será superior a la de la pena de cárcel. En algunas ocasiones, el imputado podrá redimir su culpa prestando servicios a la comunidad, algo que a raíz de la modificación del Código Penal que entrará en vigor esta semana se deberá cumplir en solitario, como alternativa a una multa o a una condena de prisión.