La antigua escuela de tiro, a punto de perder una inversión de 1,3 millones

La ciudad está a punto de perder una nueva oportunidad para su desarrollo. Unos 65.000 metros cuadrados se encuentran actualmente en el limbo administrativo a la espera de que cambie su suelo de equipamiento a industrial. El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) es la llave que convierte la antigua Escuela de Tiro Naval de Janer en un polígono atractivo para el asentamiento de empresas, pero el documento sigue sin ver la luz.

Lo que ha desencadenado una serie de contratiempos que pueden finalizar con la pérdida de 1,3 millones de inversión para la puesta en marcha de los terrenos. La historia, al contrario que el proceso, es sencilla. El Consorcio de Zona Franca aprobó este año una partida de 2,7 millones de euros para la compra de la parcela al Ministerio de Defensa. Para que la operación fuera rentable, la entidad decidió acogerse al plan de reindustrialización del pasado año, consiguiendo una subvención de 1,3 millones de euros. Como es lógico hay que justificar que el dinero otorgado por el Ministerio de Industria se ha utilizado para lo acordado y el plazo acaba el próximo 31 de diciembre. Como no se ha aprobado el PGOU, el suelo no se ha convertido en industrial y por tanto no se ha podido realizar la venta al Ministerio de Defensa. Es decir, que Zona Franca no puede certificar que la inversión se haya realizado y por tanto perderá el dinero.

Trámites y más trámites

La única alternativa que le queda es la de pedir una prórroga, que tan sólo se extiende durante unos seis meses. Si Industria de la concede será la última oportunidad para retener la subvención y poder sacar adelante la operación. Para ello es indispensable la aprobación del PGOU. «Es increíble que el Ayuntamiento no se dé prisa en este asunto y que por tanto se pierdan posibilidades de desarrollo», expuso la senadora socialista por Cádiz, María Jesús Castro, que se encargó de denunciar esta situación.

Pero hay que darse prisa, ya que la venta del suelo tiene que superar distintos trámites. El primero de ellos es el de solventar su precio definitivo, algo que no se puede hacer hasta que no se materialice el cambio de uso del terreno. Los 2,7 millones serían tan sólo la primera cuota, pues en 2007 se estimaba que el desembolso podría rondar los 11 millones de euros. Aunque pasan los años y tanto las pretensiones como el valor del suelo cambia, por lo que actualmente se desconoce la cifra.

En este sentido, la actuación se encuentra con otra dificultad, ya que en las extintas instalaciones militares ha aparecido un hallazgo arqueológico que podría suponer un nuevo freno en el desarrollo del parque empresarial.

Según parece se trata de una antigua batería defensiva que incluso podría estar debajo de una de las edificaciones que se levantan en la zona. De ser así, la pelota pasaría al tejado de Cultura que deberá determinar el valor histórico de los restos para decidir la mejor solución, que puede ir desde la recuperación hasta el soterramiento para su conservación.