PARIS HILTON
Actualizado:Lo mejor del mundo del deporte es que cuando crees que ya lo has visto todo, siempre sale alguien para sorprenderte, para hacerte entender a regañadientes que nunca llegarás a comprender el porqué de ciertas cosas. Puede ser una actitud, un resultado, una declaración o simplemente comprobar cómo todo se va 'modernizando' hasta el punto de que ya los equipos de motos no los presentan hombres o mujeres que han crecido entre tuercas y olor a rueda quemada, sino personajes famosos que aprovechan su tirón mediático para formar su propia escudería y, o bien cumplir un sueño como fan de las dos ruedas o simplemente darse mayor notoriedad y comprarse un equipo como el que se compra una barra de pan.
Este es sin duda al caso de Paris Hilton, heredera del imperio Hilton y la cuarta persona más mediática del mundo, que hace escasos días se subió a la moto por primera vez en su vida para presentar el equipo SuperMartXé-Paris Hilton. Eso sí, lo hizo junto al DJ Nano Baena y después de cerrar una peluquería en el barrio madrileño de Salamanca para arreglarse el pelo y estar guapa para la foto, que no es plan de lucir escotazo sin las mechas bien puestas.
No sé lo que pensarán Sergio Gadea y Maverick Viñales, los dos pilotos que tendrán que coger las curvas y jugarse el pellejo a más de 200 kilómetros por hora sobre el carenado azul, blanco y rosa de su nueva herramienta de trabajo, pero más allá de la pura anécdota y el chascarrillo fácil que provocará a su paso por cualquier circuito del Mundial, lo natural es que este tipo de cosas genere cierta pena en el frente más purista del paddock, porque si algo ha otorgado mayor añejo al motociclismo respecto a la Fórmula Uno dentro del mundo del motor ha sido la ausencia de ese circo repleto de glamour, yates y purpurina, que precisamente tiene uno de sus mayores exponentes en Paris Hilton. ¿Cómo es eso de que si no quieres caldo, toma dos tazas? Pues eso. Dos tazas para el motociclismo.