«No fue una huelga, fue una explosión de un colectivo acorralado»

César Cabo es controlador y portavoz del USCA, el sindicato mayoritario de los controladores aéreos, un colectivo que se ha situado en el ojo del huracán este puente de diciembre, cuando abandonaron de forma masiva sus puestos de trabajo en protesta por el Real Decreto que regula sus horas de trabajo. La protesta provocó el cierre del espacio aéreo español la víspera del puente de la Constitución y afectó a más de 2.000 vuelos y dejó cientos de miles de viajeros afectados.