Maniobra conservadora contra el Start
WASHINGTON. Actualizado: GuardarEn una inusual sesión dominical a puerta cerrada, el Senado de Estados Unidos continuó ayer el debate sobre el nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas con Rusia (Start). La reunión se celebra después de que la Cámara alta rechazara la víspera por 59 votos contra 37, una enmienda introducida por el senador republicano John McCain que podría haber sometido el acuerdo a nuevas negociaciones con Moscú.
McCain propuso eliminar algunas palabras en el preámbulo del tratado. Se trataba de una cláusula que dice que ambas partes reconocen «la interrelación entre las armas estratégicas ofensivas y las armas estratégicas defensivas» y que «esa interrelación será más importante a medida que se reducen las armas nucleares».
La Casa Blanca sostuvo, al respecto, que ese lenguaje es un gesto no vinculante ante las preocupaciones del Kremlin. Tanto el secretario de Defensa de EE UU, Robert Gates, como los principales jefes militares de Washington insistieron que las expresiones del preámbulo no limitarán los sistemas estratégicos de defensa con misiles del Pentágono.
«Mientras siga siendo presidente, EE UU seguirá desarrollando y desplegando sistemas de misiles efectivos para proteger a Estados Unidos, nuestras fuerzas y nuestros aliados y socios», manifestó Obama poco antes del voto sobre la citada enmienda. «El nuevo tratado no establece límites al desarrollo o despliegue de nuestros programas de defensa misilística», insistió. Los republicanos que se oponen al tratado sostienen, sin embargo, que el pacto limitaría los esfuerzos de Washington para desarrollar sistemas como el que planea desplegar en Europa con el fin de repeler potenciales ataques con misiles de Irán o Corea del Norte.
Pese a las dudas de la oposición, el vicepresidente Joe Biden expresó ayer que está convencido de que hay suficiente apoyo en el Senado para la ratificación del nuevo tratado de desarme nuclear con Rusia, que necesita 67 de los 100 votos en el Senado para ser aprobado.