Un cisma cantado

Sabía que ‘Mou’ y Valdano jamás se soportaron, aunque lo disimularon al aparecer juntos y sonrientes en la puesta en escena del portugués como entrenador del Real Madrid blanco durante cuatro temporadas. Valdano tuvo que aceptar el papel de bajarse los pantalones por algunos artículos escritos años atrás en los que se refería así al luso: “Quien no tuvo talento para jugar no cree lo suficiente en el talento del jugador, en la capacidad para improvisar soluciones… Ha logrado cultivar una imagen de hombre en la que convive un guapo, un ganador y un provocador…. Mourinho es un carisma andante que no sabe muy bien lo que representa”.

En el acto de presentación, todo pareció zanjado. “Para resolver la morbosidad reinante quiero aclarar que en mi época como comunicador escribí de Mourinho en términos agresivos, él me contestó igual y aquello se solucionó de forma personal hace tres años. Resolvimos rápidamente nuestro desencuentro, como lo hace la gente del fútbol, de frente y cara a cara. En el pasado opuse mis ideas al tipo de juego de Mourinho, pero mi responsabilidad es buscar lo mejor para el Madrid, y ahora lo mejor es José Mourinho…”, se excusaba Valdano ante una nube de periodistas. La revuelta era sólo cuestión de tiempo.