MACRO CHINATOWN
Actualizado:Aunque nos quieran hacer ver, cada vez a menos afortunadamente, que los brotes verdes florecen en nuestra economía, solo hay que darse una vueltecita por nuestras calles y comprobaremos que no, que no hay nada de eso. Ahora, que los comercios y las calles se han engalanado para las próximas fiestas navideñas podemos comprobar como la gente pasea, ve escaparates, pero las tiendas siguen sin hacer la tan ansiada caja. No se observa la alegría consumista de otras navidades y todos, sin excepción, tendremos que apretarnos un puntito más el cinturón. Las pagas extraordinarias, cuando las hay, se van a ver mermadas por los recortes que nuestro ejemplar gobierno nos ha impuesto y eso sin duda va a tener una repercusión en nuestras economías ya bastante maltrechas. Lo que no entiendo, y me gustaría que alguien me lo explicase, es como, cuando hay una crisis tan brutal, cada vez que se cierra un comercio aparece un bazar regentado por comerciantes orientales. Sin ir mas lejos el pasado día de la Inmaculada me topé con un macro bazar de este tipo recién inaugurado y abierto de par en par en las naves de la zona franca. No estoy en contra de que cualquiera pueda abrir un comercio y menos que tenga éxito su empresa, lo que no es de recibo es que estos, que tanto y tanto proliferan por nuestra ciudad no se acojan a las mismas reglas que los aborígenes y menos que abran domingos y festivos, con cualquier horario y haciendo una competencia desleal a resto ¿no existe una regulación al respecto? Nuestras mermadas economías hacen que estos, donde se vende de todo, estén llenos de público ávido de gastarse las cuatro perras que tienen aunque los artículos sean a veces de ínfima calidad. Que pena, Cádiz, una de las ciudades que presumió de sus comerciantes se esta convirtiendo en un macro chinatown.