Berlusconi pasa junto a la guardia de honor en la visita de ayer del presidente macedonio en Roma. :: AP
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Berlusconi intenta atraer nuevos tránsfugas

Pretende reforzarse con más fugas de la oposición pero se consolida el Tercer Polo de centro, lo que acerca las elecciones anticipadas

ROMA. Actualizado: Guardar
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La resaca de la agónica moción de censura superada el martes por Silvio Berlusconi por tres votos se vivió ayer con los primeros tanteos para comprobar si su Gobierno puede durar con nuevos apoyos o si no hay más remedio que convocar elecciones anticipadas en marzo, en mitad de la legislatura. Se ha abierto un paréntesis de exploración de alianzas que durará las Navidades, pero si en enero no hay nada claro no habrá más que hacer. Ayer coleaba también la polémica por los violentos disturbios que asolaron el centro de Roma. La oposición ha pedido explicaciones ante la sospecha de que pudo haber agentes infiltrados que agitaron las protestas, un clásico italiano.

Las vías para apuntalar con más escaños un Gobierno débil son escasas y arduas. Hay una seria y otra sui generis. Naturalmente, Berlusconi parece preferir la segunda. La seria es un acuerdo con los democristianos de la UDC de Pierferdinando Casini y sus 35 diputados, pero plantea muchos problemas. Son viejos amigos que se la tienen guardada, desde que rompieron en 2008. El primer ministro coqueteó con ellos unas horas, pero ayer por la tarde ya empezó a hablar de la otra alternativa, la menos seria. Dijo que no pensaba en pactos en bloque, sino en acuerdos «con diputados individuales que militan en partidos con los que ya no comparten la línea». Es decir, una nueva hornada de tránsfugas, asustados tras el fracaso del órdago del martes.

A Berlusconi le salvaron de la censura nueve tránsfugas y su plan es seguir robando diputados en la oposición. A Casini y a Gianfranco Fini, el otro exiliado que rompió con él en septiembre y se marchó con 35 diputados. Fini fue quien lideró la moción de censura y vio cómo cuatro de los suyos se largaban con el magnate. Ayer andaba amargado y teme más deserciones. Casini afirma que la UDC es compacta, pero ya se le escaparon cinco en septiembre. Esto en Italia entra dentro de lo normal. Además, Berlusconi, que afirma haber recibido ya muchas llamadas, tiene un gran poder de persuasión: ayer recordaba que tiene sitio en el Gobierno para nuevas poltronas, al margen de la polémica de que compra directamente escaños. Por cierto, tras superar la censura el título de su grupo audiovisual subió un 3,3%.

Anular a los rivales

El primer ministro no solo quiere reforzarse, desea anular a sus rivales directos en la batalla por el centroderecha, que es la gran apuesta en juego. Casini y Fini encabezan la operación de un bloque alternativo al 'Cavaliere' con formaciones centristas, el llamado Tercer Polo. Su prueba de fuerza inaugural debía ser el triunfo de la moción de censura, pero se les aguó la fiesta. Berlusconi, de hecho, proclamó ayer que «el Tercer Polo está muerto». Por eso al Tercer Polo ayer le entraron las prisas de reunirse en un hotel del centro con clima de momento fundacional, para mostrar que están vivos y pensando en unas elecciones. Y sobre todo para alejar la posibilidad de una alianza de Berlusconi con UDC que les arruine. Ayer parecía difícil, pero si no se descarta completamente es por un factor de peso en la política italiana: el Vaticano.

Se supone que la unión de Berlusconi y Casini es la solución preferida por la Santa Sede y la UDC es sensible a sus directrices. El jefe de los obispos italianos, el cardenal Angelo Bagnasco, dejó caer ayer que el deseo de gobernabilidad de los italianos «debe ser respetado y perseguido por todos». Es como vetar unas elecciones anticipadas, que tampoco desean los empresarios. Casini insiste en que el primer ministro tiene que dimitir y cambiar el equipo, y después se podría hablar. Si acepta, el 'Cavaliere' podría abrir y cerrar una crisis en unas horas, moviendo un par de ministros, y seguir al frente del Ejecutivo. Pero en realidad hay mucha distancia con Casini, que lleva dos años de travesía del desierto tras romper con él y también cree que le viene mejor ir a las urnas. Ayer parecía firme en su rechazo a Berlusconi. Salvo que el presunto nuevo lote de tránsfugas sea consistente, si el Tercer Polo se consolida no habrá margen para nada y las elecciones están a la vista.