Peter Weir, siete años después de 'Master and Commander'
El realizador convierte a Ed Harris y Colin Farrel en prisioneros de los gulags soviéticos en 'Camino a la libertad'
MADRID.Actualizado:A Peter Weir no le gustan las películas de superhéroes. Considera que están destinadas para el consumo fácil de los espectadores, sobre todo los más jóvenes. Él prefiere las historias de hombres normales que hacen cosas extraordinarias. «Es preocupante que el cine de superhéroes esté arrinconando al cine de adulto», reflexionó. Esta premisa es la que le atrajo para rodar 'Camino a la libertad', su primera película después de siete años de silencio. Como en sus anteriores títulos como 'El show de Truman' o 'Master and Commander', el realizador australiano reduce el universo a los personajes imprescindibles y exprime a sus actores en la interpretación. «Me gusta ser considerado un director de orquesta, aunque si no tengo buenos instrumentos, no sirve de nada», aseveró el realizador. Para esta nueva aventura, Weir enroló a Ed Harris, que ya trabajó con él como padre de Truman, Colin Farrell, Jim Sturgess ('Across the universe') y Saoirse Ronan ('The lovely bones').
'Camino a la libertad', que se estrena en España el 5 de enero, es un recuerdo a las miles de personas que fueron desterradas a los gulags siberianos durante la época estalinista. El líder soviético mandó a los confines del imperio soviético a criminales, sospechosos disidentes, a cualquiera que no pareciera rusa y a casi dos millones de polacos. Stalin decidió purgarlos cuando invadió el país junto a los nazis en el albor de la Segunda Guerra Mundial. Uno de estos polacos fue Slavomir Rawicz. Oficial de caballería, plasmó en 'La increíble caminata' (1956) las peripecias de sus compatriotas que acabaron en Siberia. Tenían dos opciones: engrosar las filas del ejército soviético o huir hacia el sur, a India y Oriente Medio para combatir en las tropas británicas.
La historia le sirvió a Peter Weir para volver al cine después de 'Master and Commander'. «Sabía poco de los gulags. Fue todo un descubrimiento porque siempre se ha hablado de las cosas terribles que hicieron los nazis, pero no de esto», comentó el director, candidato al Oscar en seis ocasiones. En uno de estos campos de concentración soviéticos, se encuentran un extraño americano llamado Smith (Ed Harris); Janusz (Jim Sturgess), soldado polaco traicionado por su mujer y Valka (Colin Farrell), un criminal ruso con deudas de juego. Los tres huirán hacia la frontera mongola, al sur, para evitar la estepa siberiana y las tropas alemanas. Y en ese viaje se toparan con Irena (Saoirse Ronan), una joven polaca con un oscuro pasado. Esta historia fue también un hallazgo para todos los actores, que desconocían este lado de la Segunda Guerra Mundial. Pero quien más se sorprendió fue Harris. El actor es un americano que durante la gran depresión decide marcharse de Estados Unidos para trabajar en Rusia. «Al llegar allí les quitaban el pasaporte. Cuando comenzó la represión de Stalin, se vieron atrapados porque no podían salir del país. Les decían que no eran americanos. Muchos acabaron en los campos de concentración», explicó el actor.