El Consejo Regulador propone combinar un cream con naranja. :: L. V.
Jerez

Una apuesta como vinos de Navidad

Los generosos de licor son los más demandados en esta época del año, sobre todo en los mercados extranjeros El 50% de las ventas anuales de los caldos de Jerez se concentra en estas fechas

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Los vinos de Jerez se asocian comúnmente a la primavera, a sus ferias, romerías y festejos. De hecho, los meses de abril y mayo son considerados meses del jerez por excelencia, en los que finos y manzanillas gozan de una hegemonía que los sitúa en primera línea en términos de consumo. Sin embargo, no todos saben que el 50% de ventas anuales de los caldos de esta tierra se concentra en la campaña de Navidad.

Un producto tan versátil se muestra en tal variedad de tipologías que se adapta no sólo a distintos platos y momentos de consumo, sino a las preferencias de diferentes mercados y, por ende, a distintas épocas del año. No es de extrañar, por tanto, que el 73% de la producción de las bodegas del Marco se destine a la exportación.

El aspecto climático juega un papel importante en la estacionalidad de estos vinos y en las preferencias de los distintos mercados. Así, en zonas y épocas más cálidas toman especial protagonismo finos y manzanillas, mientras que en lugares y meses más fríos son los tipos más dulces y redondos los que ejercen su hegemonía.

En países como el Reino Unido, Holanda o Alemania, los jereces dulces y semidulces adquieren en estas fechas tal relevancia que son identificados tradicionalmente como vinos de la Navidad. Su consumo se dispara y su presencia está garantizada en cualquier mesa navideña. Concretamente, la variedad cream -u oloroso dulce- es la más demandada, con más de nueve millones de litros comercializados anualmente.

Cream

Tanto atendiendo a la campaña navideña como a las cifras de venta anuales, el cream es, junto con el fino, la tipología de vino de Jerez más consumida, con 15 millones de botellas al año. Amable, de calidad y con versatilidad, goza de gran aceptación tanto en España como en el extranjero.

Es un tipo de jerez de los llamados vinos generosos de licor que constituye una de las tres grandes categorías de vinos de Jerez. Durante las fiestas navideñas son precisamente los generosos de licor (cream, medium, pale cream) y los dulces naturales (moscatel y pedro ximénez) los más exitosos.

Son vinos obtenidos mediante la práctica tradicional de cabeceos o combinaciones a partir de vinos generosos como el fino, el amontillado o el oloroso con vinos dulces naturales, principalmente pedro ximénez. El arte del cabeceo surgió como respuesta a la demanda de importantes mercados internacionales, cuyos gustos se decantaban en mayor medida por caldos más dulces y con un paso de boca más amable. El resultado de estas mezclas son diferentes tipologías de vino con, a su vez, distinto grado de dulzor.

Amable, cálido, untuoso, el cream triunfa por su versatilidad gastronómica, ya que es un vino capaz de recorrer todos los estadios de una buena comida: desde los aperitivos hasta el postre, pasando por ser el maridaje perfecto para los platos principales.

El Consejo Regulador propone sorprender con un aperitivo «diferente», una nueva forma de disfrutar de un cream «que no dejará indiferente a nadie». Solo se precisa un vaso tipo 'on the rocks', cubitos de hielo y una rodaja de naranja. Tanto por su aspecto sofisticado, como por su sabor, el cream con hielo y naranja «es un aperitivo de éxito garantizado».

Añade que las posibilidades de maridaje del cream «son infinitas, teniendo como único límite la propia imaginación». Aunque apunta que existen determinadas combinaciones que «son incontestables por su perfección». Así, por ejemplo, propone el cream con foie gras o el cream con queso. En la mesa, aconseja los platos de carne, propios de estas fiestas, y que encuentran en el cream «un aliado idóneo».