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Duran dice 'no' a Artur Mas y continuará en MadridCarod pide la dimisión de la cúpula de ERC
Declina ser 'conseller en cap' del Gobierno de Cataluña y seguirá como portavoz de CiU en el Congreso
BARCELONA. Actualizado: GuardarAunque Artur Mas prefería tenerlo como número dos de su futuro Gobierno, Josep Antoni Duran i Lleida eligió seguir al frente del grupo de CiU en el Congreso. «Por las prioridades que tiene Cataluña, es mejor que se quede en Madrid», afirmó ayer el futuro president de la Generalitat. Mas y Duran departieron por espacio de una hora en la sede de Convergencia Democrática de Catalunya y acordaron que la mejor contribución que puede hacer el líder de Unió a Cataluña es desde el Parlamento de España.
Duran, el dirigente político que sale mejor parado en las encuestas de valoración ciudadana, tiene dos encargos del próximo presidente catalán: ayuda en la lucha contra la crisis y negociar el aumento del autogobierno. «Para levantar la economía catalana requerimos de fuerza política en Madrid», expresó Mas. «Muchas de las decisiones económicas de calado de los próximos tiempos se tomarán en la capital del Estado», dijo Duran.
Además, de cara a 2012, Mas quiere tener en Madrid una presencia de «máxima potencia y fortaleza» con Duran para negociar el nuevo pacto fiscal, que es su gran objetivo de la legislatura. El líder de CiU ya ha dicho que el concierto económico será su moneda de cambio para apoyar a PP o PSOE tras las generales de 2012.
El puesto de jefe de filas de CiU en Madrid no es un asunto menor. Los nacionalistas siempre le ha concedido el máximo peso político. No solo para impulsar las políticas que creen convenientes, sino también como puente con los gobiernos centrales. La nómina de portavoces, Jordi Pujol, Miquel Roca, Joaquim Molins, Xavier Trias y ahora Duran, muestra de la importancia que CiU imprime al cargo.
En el caso de Duran, incluso podría aumentar si a partir de 2012 la federación apoya al partido que gane las legislativas y además entra en el Ejecutivo. Eterno aspirante a la cartera de Asuntos Exteriores, José María Aznar le ofreció el puesto, pero Pujol desestimó la oferta, y con Zapatero siempre ha aparecido en las quinielas, aunque él dice que no lo quiere.
La derrota histórica del 28-N ha sentado muy mal en Esquerra Republicana de Catalunya, al punto de que se enfrenta a una nueva división interna, como la que sufrió en 2008. Hace dos años el gran perjudicado fue el entonces líder de la formación, Josep Lluís Carod Rovira, que fue apartado por la actual cúpula. Y ayer Carod se despachó a gusto con el presidente de Esquerra, Joan Puigcercós, de quien dijo que debería haber dimitido la noche electoral.
«Unos líderes que en dos años han hecho perder a ERC 540.000 votos y más de la mitad de los diputados en el Parlamento español y en el Parlament solo tienen una salida digna, que es asumir las responsabilidades», afirmó.
Carod propuso como alternativa de futuro que Esquerra se integre en una plataforma electoral con los catalanistas del PSC e Iniciativa que aglutine el centro izquierda como hace CiU con el centro derecha.