Abueltos en derecho
Actualizado: GuardarLa absolución de Arnaldo Otegi, Joseba Permach y Joseba Álvarez ante la acusación que pesaba sobre ellos por la presunta comisión de un delito de enaltecimiento o justificación del terrorismo revela las dos vertientes de la izquierda ‘abertzale’. La sentencia describe con meridiana claridad la coexistencia en un mismo mitin de dos realidades que resultan aparentemente contradictorias y que representan fielmente al extremismo filoetarra: por un lado las palabras de Otegi, que los magistrados de la Audiencia Nacional entienden que versaron sobre la «conveniencia y la necesidad de un proceso de diálogo y negociación para la resolución del conflicto de manera pacífica y democrática», y por el otro las señales de reconocimiento hacia el pasado y el presente de ETA manifestadas a través de los muertos homenajeados en el vídeo y la ostensible distribución de ‘zutabes’. Hace seis años los herederos de la ilegalizada Batasuna trataban de explotar las posibilidades de esa dualidad. Una querencia de la que no consiguen desprenderse ni cuando parecen anunciar el final de la violencia.