Con alma española

«Nunca me sentí extranjero en Europa», dijo este habitante de de París, Londres, Barcelona, Madrid, Nueva York, Berlín Washington, Brasil, México o la República Dominicana. En todas partes se sintió «como en casa» y halló Vargas Llosa «ilusiones, amigos, buenas lecturas y temas para escribir». «Ser un ciudadano del mundo no ha debilitado mis raíces ni mis vínculo con mi propio país», dijo antes de su sentido elogio y agradecimiento hacia España. «Quiero a España tanto como a Perú y mi deuda con ella es tan grande como el agradecimiento que le debo. Si no hubiera sido por España jamás hubiera llegado a esta tribuna ni a ser un escritor conocido» reconoció.