EL OTRO SELECCIONADOR

Han quedado tres candidatos al glorioso título de 'mejor jugador de fútbol' (Xavi, Iniesta y Messi) se disputarán el Balón de Oro, pero también es muy importante el del señor que les indica cómo deben hacerlo rodar. También quedan tres: Guardiola, Mourinho y Del Bosque. Hasta el día 10 de enero, que para mí es una fecha resonante porque debuté como huésped involuntario de este mal avenido planeta, no sabremos quién es el ganador. Mi favorito es Guardiola, pero no puedo influir en el fallo, entre otras cosas porque no formo parte del jurado. En cualquier caso, no quería hablar de eso, sino de la difícil tarea gubernamental de elegir al señor que seleccione a los cabecillas de la lamentable sedición aeroportuaria. Al conocido grito de «duro y a la cabeza» lo ha reemplazado el de «duro y a los cabecillas». No se puede sustituir a los 500 que abandonaron el servicio y por lo tanto es más fácil buscar a quienes les incitaron a hacerlo. Siempre hay más borregos que pastores, pero no está claro que los únicos responsables de la rebelión fueran sus dirigentes. Si no hubiera rebeldes los caudillos de cualquier linaje y dimensión se hubieran quedado solos.

Son necesarios muchos marineros para que pueda mandar un solo patrón y ahora se buscan varios. El señor Conde-Pumpido ya ha dicho que se dará mejor trato a quienes prueben que han sido coaccionados, o sea, que obedecían indicaciones que no partieron de ellos. No eran partidarios de la brutal huelga, al parecer: de lo único que eran partidarios era de ganar más dinero y trabajar menos horas. Como todo el mundo.

El Gobierno está obligado a la misericordia, ya que si ejerce la justicia nos quedamos en cuadro. Los inmediatamente inferiores se librarán del castigo, ya que urge encontrar a los líderes. ¿Quién se llevará el Balón de Oro de la revuelta? Se busca al seleccionador.