![](/cadiz/prensa/noticias/201012/05/fotos/4148160.jpg)
El duende conquista Cuba
El artista cienfueguero Joel Zamora, una de las grandes figuras flamencas del Caribe, visita Cádiz por primera vez
CÁDIZ. « Actualizado: GuardarAy, de los cuatro muleros, de los cuatro muleros, de los cuatro muleros, palmitas mías que van al agua, que van al agua. El de la mula torda, el de la mula torda, el de la mulilla torda, mamita mía, me roba el alma, me roba el alma». Mamita le susurraba al pequeño Joel esta letra de Federico García Lorca para llevarle al sueño. No solo no se le olvidaría, sino que le ayudaría a forjar una pasión sin la que, a sus 38 años, no podría vivir. Madre e hijo no vivían en Santiago, ni en Santa María, tampoco en Sacromonte, ni siquiera en Triana. Joel Zamora es cienfueguero, por eso se le conoce como el Gitano de Cuba.
Solo ha visitado Cádiz una vez, ésta; no planea venirse a España y, aunque su acento caribeño lleva a pensar que es una adicto a la salsa, lo que Joel lleva por la sangre es el flamenco. Él mismo lo dice: «Por fin es patrimonio de la humanidad». Como es de todos, el gitano cubano se lo guardó y terminó por poner la semilla del duende en su ciudad. Canta y baila. Tiene la única academia flamenca cubana fuera de La Habana. Es creador además de una compañía de baile que gira por todo el país y organiza algunos de los eventos culturales más importantes del año en la isla. Ha estado un mes entre Cádiz y Sevilla, derrochando arte, dándose a conocer en la Tacita y conociendo a algunos maestros del sur de España. Pero las dos historias, la de su éxito profesional y su visita, comienzan hace 30 años.
Y es que a los 8 años sus Majestades los Reyes, los del 6 de enero, le regalaron su primera guitarra. Las coplas con que su madre le acurrucaba y la trilogía de Antonio Gades ( 'El amor brujo', 'Bodas de sangre', y 'Carmen') hicieron el resto. A los 15 ya había coreografiado su propio espectáculo, 'Noche de España'. «Soy autodidacta, aprendí del gran maestro Gades viendo sus películas y haciendo esquemas con sus movimientos», cuenta el artista. Hasta que marchó a la capital para cursar estudios y empezar a participar en algunos de los montajes flamencos más importantes de entonces. Pero llegaron los 23.
Actuación en Juanito Villar
Un caballo llamado 'El cordobés' le volteó y amenazó con retirarle del baile. Aunque, «hubiera seguido cantando y al menos contoneándome». A pesar de los firmes propósitos, la jugarreta del equino le dejó un año convaleciente. Demasiado tiempo para idear. Antes de terminar la recuperación, ya tenía montada su academia. 'Academia de Baile Flamenco Joel Zamora'. Sin más. Un lustro más tarde formaba la compañía profesional de artistas. Todo con sede en Cienfuegos.
Una auténtica figura del flamenco. Aunque él quizá no es consciente de que ha traspasado fronteras. Por eso le emocionó especialmente que el Manteca, ya durante su estancia en Cádiz, le obligara a dejarse invitar. «Claro que te conozco, eres el Gitano de Cuba», le espetó. También le sorprendió que en el videoclip de David Palomar, en el que ha participado como figurante, se simulase una fiesta de salsa cubana, cuando Zamora, en uno de los suyos había utilizado los trajes de flamenca y una típica taberna andaluza como escenario.
Son algunas de las anécdotas que ha experimentado durante sus semanas en Cádiz, donde ha llegado por amistad. La que le une a las integrantes de la chirigota callejera que fueron 'Quiero ser como la Vicky'. La agrupación fue invitada por él en diciembre pasado para que las chicas representaran a Cádiz y su carnaval en el Festival Hispanarte que él mismo organiza y que en 2011 cumple su decimoquinta edición. «Llevaban al público detrás. Todo el mundo quedó encantado y se rió mucho con sus coplas», recuerda.
No es la única compañía española con la que ha contado el Gitano de Cuba. Y es que en su tierra Joel ha aprendido de buenos maestros, entre otros, Diego Carrasco, Segundo Falcón, Israel Galván o Eva Yerbabuena. En este mes ha conocido además a Chiquito de Cádiz o el Rebujina, entre otros artistas. Ayer demostró en la peña Juanito Villar porqué en su país es una figura del flamenco. Y aquí también lo sería. «Siempre que hagas las cosas con dignidad y respeto se puede triunfar. Solo hay que ganárselo y trabajar», argumenta. Por lo pronto, no planea venirse a España, sobre todo dado el tirón que tiene el flamenco en Cuba. Eso sí, si lo hiciera, el sur del sur sería su destino. Que para eso «Cádiz es La Habana...»