TERRORISTAS LABORALES

María viajaba el viernes destino a Vietnam para recoger a su hija Victoria. Un final feliz tras cinco años de pesada burocracia, con la recompensa de abrazar a esa niña que no ha parido, pero que quiere como si la hubiera mimado en su vientre desde el día que decidió adoptarla. El jueves cargó la maleta de amor y escribió un mensaje en su muro: «¡Por fin voy a por mi niña!. La semana que viene lo celebramos todos juntos. Por fin Victoria, el vuelo mas feliz de mi vida». María tiene pánico a los aviones, me cuenta su mejor amiga, pero nada iba a impedir que fuese a la búsqueda de esa niña de ojos rasgados que le quita el sueño.

Ayer lloraba sin consuelo, una maldita huelga o no sabría bien como definirla, truncó hasta no sabe cuando ese abrazo que tanto deseaba. Este es sólo un ejemplo de los muchos que ayer deambulaban sin destino por Barajas, mientras el controlador guaperas que se hizo tan famoso en Facebook conspiraba con sus compinches como atentar contra los ciudadanos que les pagan sueldos millonarios. No suelo escribir de temas nacionales en mi artículo de los domingos, pero es tal la impotencia que lo menos que puedo hacer es llamar a estos salvajes terroristas laborales.

Lo hago por María, y por Victoria, y por tantas personas que sin esperarlo se han visto sorprendidas por la acción premeditada y con alevosía de unos controladores descontrolados. Sólo espero que todo el peso de la justicia, si es que en estos casos la hay, caiga sobre ellos y que el Gobierno aplique mano dura a quienes se toman el derecho a defender sus intereses laborales como verdaderos terroristas, sin medir el daño a víctimas inocentes. Cuando este derecho cruza un límite deja de ser un derecho para convertirse en un atentado social y cualquier reclamación laboral queda sin justificación. Si los controladores fuesen valientes darían la cara y no se esconderían en un hotel como lo hicieron el viernes, saliendo con la cara tapada para evitar ser fotografiados, lo que significa que algo de delincuentes deben sentirse cuando no lo hacen a cara descubierta.

Nerviosismo

Cada vez cobra más credibilidad la palabra integración en el PSOE gaditano y de hecho hace unos días la cúpula local mantuvo un encuentro con el sector crítico para intentar enterrar el hacha de guerra y plantarle cara a las próximas elecciones, algo que no ha gustado a otros sectores que ven como peligran sus puestos en la listas.

Ya se da casi por hecho que Blanca Flores, ex expedientada, irá en puestos de salida lo que ya algunos interpretan como su designación como la sustituta de Marta Meléndez como candidata en futuras elecciones si ésta no da la talla en la cita electoral del próximo mes de mayo.

Eladio y la lotería

Conocí a Eladio hace varios años cuando lo entrevisté como presidente del Sindicato Independiente de Trabajadores por algún conflicto laboral en el hospital Puerta del Mar que ahora no recuerdo.

Luego continué viéndolo por el barrio de Muñoz Arenilla, ya más huidizo de la prensa, sin querer relacionarse demasiado, mientras hacía gala de un alto manejo de la cartera porque, según manifestó a algún que otro camarero, le había tocado la lotería y podía permitirse el lujo de ronear. Pues ahora le tocó el Gordo con todas las papeletas, después de que lo hayan pillado repartiendo títulos falsos a diestro y siniestro a cambio de llenarse la cartera.