Volver a clase para salir del paro
La Junta ofrece varias posibilidades para cobrar ayudas a través de cursos de formaciónAndalucía contará con un sustituto de los 426 euros, pero deja fuera a la franja de edad de los 22 a los 45 años
Actualizado: GuardarEl sacrificio de la paga de 426 euros mensuales a los parados de larga duración en las nuevas medidas de ajuste del Gobierno central ha caído como un jarro de agua hirviendo en Andalucía. En la comunidad con cerca de un millón de parados (921.334 en la lista hecha pública esta semana) la noticia no puede ser más desalentadora. La oposición ha reaccionado con las lógicas críticas. Javier Arenas (PP) ha alertado de que en Andalucía se va a establecer «una emergencia social importante». Lo mismo piensa Diego Valderas (IU), que teme que la medida «deje a Andalucía en la indigencia» y «no levante cabeza». Ambos calculan en más de 500.000 los beneficiarios perjudicados. La misma cifra que baraja CC OO, cuyo secretario general en Andalucía, Francisco Carbonero, alerta de que la desaparición del subsidio dejará a más de 800.000 parados sin prestaciones económicas, sumando los 378.000 que no las reciben en la actualidad.
El Gobierno andaluz prefiere poner el acento no en la pérdida, sino en lo que sustituirá a la citada ayuda. El presidente Griñán se ha mostrado convencido de que el Ejecutivo central la suplirá por una ayuda similar a través de la política activa, es decir, a través de un curso de formación para el empleo. Mario Jiménez, portavoz socialista en el Parlamento, señala directamente la fórmula aprobada por el Ejecutivo andaluz el mes pasado como ejemplo: Los parados cobrarán una cantidad «muy parecida» a la de los 426 euros, «pero con la diferencia de aquí se va a estar estimulando un proceso formativo de reciclaje profesional y de empleabilidad activa». Con estas explicaciones, el Gobierno y el PSOE querían rebajar la incertidumbre por la pérdida de los 426 euros en la economía desesperada de los parados. Ahora bien, ¿se trata de lo mismo con distinto nombre? El consejero de Empleo, Manuel Recio, explicaba que la beca por asistencia a cursos de formación incluida en el Plan Proyecta para 2010 es una política activa, mientras que el subsidio que acabará en febrero responde a las políticas pasivas, competencia sólo del Estado. Recio rechaza relacionar una medida con otra, como sugirieron Griñán y Jiménez.
Y es que no lo es realmente y no sólo por el formato, por encuadrarse en las políticas pasivas (subsidios al desempleo) o en las activas (ayudas ligadas a la formación al empleo o al contrato de parados). Hay otras diferencias. La llamada beca de 20 euros a la que alude Mario Jiménez se incluye en el paquete de iniciativas que, bajo el nombre Plan Proyecta, la Junta de Andalucía planea poner en marcha en 2011 con 510 millones de euros (de los 1.800 previstos gastar en cuatro años). La Junta no la ideó para compensar la pérdida de los 426 euros, que entonces desconocía. Pero sí lo hizo para compensar la eliminación el próximo año del Plan Proteja (obras en municipios en colaboración con los ayuntamientos para dar empleo al sector del ladrillo) y también para cumplir con el pacto de concertación con UGT y CC OO. Estos sindicatos, sin embargo, no han aplaudido las propuestas, que consideran escasas y más de lo que ya hay.
Cantidad parecida
La citada beca es la medida estrella del Plan Proyecta ideado para el fomento del empleo en jóvenes y parados de larga duración de más de 45 años, los dos colectivos más afectados por la crisis del ladrillo en Andalucía. Cierto, como dice Mario Jiménez, que será una «cantidad parecida» la que cobren los beneficiarios de esta beca: Alrededor de 440 euros mensuales. Pero la gran diferencia está en quiénes la percibirán. No más de cien mil personas. Todas las medidas del plan Motiva, para jóvenes de 16 a 29 años, está previsto que abarquen a 150.000 jóvenes de los 226.173 desempleados; y a 60.000 mayores de 45 de los 305.724 que hay (datos de octubre). Ahora bien, tampoco todos ellos la percibirán, sólo aquellos jóvenes de entre 18 y 22 años y los parados de más de 45 con cargas familiares. Estos requisitos dejan fuera a toda la franja de los 22 a los 45 años a demás de los que, dentro de esta, no cumplen con ellos.
Pero aún hay más. La reforma del Servicio Andaluz de Empleo que ha emprendido la Junta potenciará la fórmula aún en ciernes del llamado contrato de empleabilidad. El departamento de Recio lo vende con el sobrenombre de 'puerta de entrada' para acceder a las medidas de formación e incentivos, aunque tenga más bien carácter de peaje. Se trata de un compromiso que el desempleado debe adquirir para recibir las ayudas. El SAE se compromete a realizarle un 'traje a la medida', a través de diversos itinerarios de formación y asesoramiento, cuya postura final deberá hacerse en un nuevo trabajo. El parado que entre en un curso de formación o de prácticas en una empresa y perciba una beca figura como activo.
Si la medida de los 20 euros sólo está pensada para mayores de 45 años y menores de 29, ¿qué pasa con el resto? En realidad, salvo por la novedad de los 20 euros, el Plan Proyecta resume y ordena todas las políticas de fomento al empleo que hay en marcha en la Junta y en todas ellas el camino para percibir alguna ayuda es la formación. No es tampoco la única que implica un salario. Las escuelas taller y casas de oficio llevan años ofreciendo lo mismo a los jóvenes menores de 25 años y desde hace pocos años también los talleres de empleo dan igual oportunidad a los mayores de esa edad.