Integración en igualdad
PROFESORA DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZActualizado:Hoy se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, cuyo objeto se dirige a crear una mayor concienciación sobre todas aquellas cuestiones relacionadas con la discapacidad, los derechos de las personas con discapacidad y los beneficios que se derivan de la integración de estas personas en todos y cada uno de los aspectos de la vida política, social, económica y cultural. En la actualidad, según la Organización Mundial de la Salud se pueden contabilizar más de 500 millones de personas con deficiencias o discapacidad en todo el mundo y 50 millones en Europa, de las cuales casi 40 millones viven en algún país de la Unión Europea. En España, según estimaciones realizadas por el Instituto Nacional de Estadística, el número de personas discapacitadas asciende a 3'8 millones, lo que representa el 8'5% de la población. Las previsiones muestran un incremento de las personas que integran ese segmento de mercado debido a que los principales factores causantes de la discapacidad van en aumento, como son la edad avanzada, los accidentes de tráfico o los accidentes laborales.
Como reconoce la Declaración Universal de los Derechos Humanos, todas las personas son libres e iguales en dignidad y derechos, y tienen derecho a la protección contra la discriminación y a la participación en la vida comunitaria en igualdad de condiciones. Por otra parte, en España, la Ley 51/2003 de Igualdad de Oportunidades, No Discriminación y Accesibilidad Universal de las Personas con Discapacidad recoge el derecho a la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad, así como la ausencia de discriminaciones, exigiéndose la accesibilidad y la realización de los ajustes necesarios para garantizar la plena participación de las personas con discapacidad en la vida social.
No obstante, hoy en día siguen existiendo barreras: urbanísticas, en las vías y espacios públicos; arquitectónicas, en los edificios, establecimientos e instalaciones, públicos y privados; y en el transporte. Aunque las personas con discapacidad tienen los mismos derechos a la dignidad, a la igualdad de trato, a la vida independiente y a la participación en la sociedad que el resto de la población, la existencia de barreras impide que estos derechos se hagan efectivos. Todas ellas coartan el acceso, uso y disfrute de las personas discapacitadas a los bienes y servicios, en condiciones de equidad. Por este motivo, resulta necesario aprobar un nuevo marco normativo que impulse la eliminación de las barreras existentes, así como la creación de bienes y servicios que cumplan las condiciones de accesibilidad y, como consecuencia de ello, se logre un entorno totalmente accesible. En primer lugar, la eliminación de barreras requiere una nueva forma de gestión, tanto en las empresas públicas como privadas, planteada no sólo con intereses lucrativos sino también con fines sociales. Concretamente, desde el punto de vista social, la eliminación de barreras contribuiría a eliminar desigualdades, permitiría acceder y disfrutar de su entorno a las personas discapacitadas y con movilidad reducida, y supondría una mejora en la calidad de vida de estas personas, quienes tendrían que realizar un menor esfuerzo en sus actividades diarias.
En segundo lugar, la creación de bienes y servicios accesibles se ha de lograr a través de lo que se denomina diseño universal, cuya finalidad es el desarrollo de productos y entornos de fácil acceso para el mayor número de personas posible, sin necesidad de adaptarlos ni rediseñarlos. Así, el diseño universal incluye como beneficiarios no sólo a las personas con discapacidad, sino que persigue asimismo la mejora de las condiciones de uso y la calidad de vida de toda la población, y el beneficio de las personas discapacitadas, de las personas mayores y de todas aquellas que, de manera temporal, tienen discapacidades diversas.
En síntesis, para lograr una verdadera integración de las personas discapacitadas en igualdad de condiciones al resto de la población, es precisa la eliminación de barreras existentes, así como la aplicación de las medidas de diseño universal en el desarrollo de los nuevos productos y entornos. Requisitos que deben ser incluidos en los objetivos a cumplir por todas las empresas e instituciones públicas y privadas, puesto que sólo la actuación conjunta de todos los agentes permitirá crear un entorno que beneficie a los discapacitados, a las empresas, a la economía y a la sociedad en general.