La FIFA apuesta por el negocio de Rusia
«Se beneficia a los que tienen el poder del dinero», apunta Del Bosque, pues Qatar se lleva a su vez el campeonato de 2022 El gigante euroasiático acaba con el sueño de la candidatura ibérica para el Mundial de 2018
ZURICH.Actualizado:No hubo sorpresas. Rusia y Qatar celebrarán los mundiales de 2018 y 2022, respectivamente. La candidatura ibérica salió derrotada de Zúrich y deberá replantearse la fórmula para futuros intentos. Así se desprende de la decisión de los 22 miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA reunidos en Suiza. Ni la presencia de los presidentes de España y Portugal en la exposición, ni las modernas y desarrolladas infraestructuras, ni la experiencia organizativa o los recientes éxitos deportivos, pudieron con las perspectivas económicas y de negocio que ofrece el gigante euroasiático. Una vez más, al igual que ocurrió con los Juegos Olímpicos, España se quedó a las puertas de organizar un gran evento por motivos geopolíticos.
A pesar de las reticencias de la FIFA a las candidaturas conjuntas y de los mensajes de pesimismo de los últimos días, los responsables hispano-lusos llegaron a tierras helvéticas con esperanzas. Viajaron políticos, dirigentes del fútbol español y portugués, mitos como Eusebio y campeones del mundo como Iker Casillas o Vicente del Bosque. Incluso Cristiano Ronaldo, ausente por lesión, emitió un comunicado en apoyo de la candidatura. Todos dispuestos contribuir a un sueño que se desvaneció cuando a primera hora de la tarde, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, abrió el sobre con el nombre de Rusia. Los abrazos y la alegría de los vencedores contrastaban con el rostro serio y resignado de la delegación ibérica. Las quinielas volvieron a acertar.
El complejo y opaco sistema de elección de tan selecto club obligaba a conseguir mayoría absoluta, es decir, sumar 12 votos. En caso de no alcanzar la cifra se eliminaba la candidatura con menos respaldos y se repetía el proceso. En la primera ronda Inglaterra cayó eliminada con sólo dos votos, un duro golpe para el primer ministro David Cameron. Bélgica y Holanda consiguieron cuatro, España y Portugal siete y Rusia nueve. En la segunda ronda, Bélgica y Holanda sumaron dos votos, la candidatura ibérica otra vez siete y Rusia 13, con lo que se proclamó ganadora. Una vez más, como en la elección de la sede para los Juegos Olímpicos de 2016, España fue incapaz de recoger ningún voto de los eliminados.
La candidatura contó con el apoyo de José Luis Rodríguez Zapatero, que usó su tiempo para alabar la magnífica red de transportes, trenes de alta velocidad y aeropuertos de ambos países. Hizo hincapié en que la candidatura ya estaba preparada para albergar la cita, en un ejemplo de plasmar la realidad del proyecto frente a la virtualidad del resto.
Pero no hubo manera. La FIFA se decantó por la propuesta de Rusia. Un país emergente, con un potencial económico casi ilimitado gracias a sus recursos naturales, principalmente gas y petróleo. A pesar de ser un proyecto virtual, con 13 de los 16 estadios por construir o con una pobre red de transportes, los representantes soviéticos jugaron muy bien sus cartas. Mostraron las carencias anteriores como una oportunidad para desarrollar y modernizar el país.
Además, recordaron con habilidad que la Copa del Mundo nunca se ha celebrado en Europa del Este, mientras que en la zona occidental se ha disputado en 10 ocasiones. Un argumento idéntico al utilizado por Brasil para los Juegos Olímpicos y también aplicable a Qatar, que se convertirá en 2022 en el país más pequeño en albergar un Mundial.
Rendida ante el potencial económico de Rusia, a la delegación española, «triste» y «decepcionada», no le quedó otra que asumir la derrota, aunque no se ocultaron las razones de la FIFA para decantarse por la que era la gran favorita, al igual que ocurrió tras la elección del COI por apostar por Río de Janeiro para albergar los Juegos Olímpicos de 2016. «Posiblemente haya una cierta moda de países emergentes y poderosos», sentenció el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky. El seleccionador nacional, Vicente del Bosque, coincidió con él, aunque fue más contundente. «Los miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA han querido expandir el fútbol a otros territorios, a países poderosos económicamente, a aquellos que tienen el poder del dinero».
«Estoy empezando a aprender a perder», apuntó el secretario de Estado, quien después de tantos éxitos de los deportistas españoles ha sido golpeado, entre otras derrotas, con las de Madrid para los Juegos de 2012 y 2016 y ahora con la de España para el Mundial posterior a Brasil. "»Hemos traído bastantes campeonatos, como los mundiales de baloncesto, en 2014, y los de balonmano y natación en 2013, y estamos peleando por la Ryder Cup de golf, pero es cierto que en los dos más importantes no hemos triunfado», recordó.