Un garaje con «cataratas»

El 'parking' subterráneo de emperador Carlos no hace más que dar quebraderos de cabeza a la Empresa municipal de Suelo (Esisa) por los múltiples problemas que acumula. A las dificultades de venta de sus plazas hay que sumar la preocupación de los propietarios a bajar por el coche y encontrarse el recinto anegado. Ya ha pasado en varias ocasiones y para evitarlo se han realizado diferentes reformas. Y es que resulta que el equipamiento se ha construido por debajo del nivel freático lo que hizo que durante los trabajos se anegara cada vez que subía la marea, algo que se ha evitado tras el sellado y la culminación de la obra.

Pero, el agua sigue entrando. Ahora no proviene de la parte baja, sino del techo. Por diferentes puntos de la construcción el agua entra «como si fuera una catarata», tal y como expone el presidente de la asociación de vecinos de San Quintín, Manuel Paromio. «Hemos avisado y no nos hacen caso. No es la primera vez que el agua se cuela por ahí y el problema persiste a pesar de las múltiples obras que se han hecho. Desde Esisa dicen que es imposible que ya se ha arreglado pero cada vez que llueve nos vemos con el mismo problema».

El aparcamiento de Emperador Carlos cuenta con un total de 253 plazas repartidas en tres plantas. A pesar de que lleva más de un año abierto Esisa continúa teniendo serios problemas para la venta de las plazas y por eso ha recurrido ya a diferentes fórmulas. Desde la rebaja en los precios a la posibilidad del alquiler. Aún así, el agua sigue siendo su principal enemigo pues siguen sin solucionarse las filtraciones.