Inmunilflor, un remedio natural que estimula nuestras defensas
Con el invierno llegan las gripes y los catarros, que afectan directamente a nuestro sistema inmunológico, pero podemos estar preparados con suplementos alimenticios elaborados a base de ingredientes naturales
MADRIDActualizado:La función del sistema inmunitario consiste en defender al cuerpo de los invasores a través de una red de células (glóbulos blancos), tejidos y órganos que colaboran entre sí para proteger nuestros cuerpos.
La Medicina Natural considera al sistema inmunitario uno de los pilares más importantes para restablecer el equilibrio, ya que un sistema inmune eficaz previene del padecimiento de muchas enfermedades, y son muchas las plantas que nos pueden ayudar a fortalecerlo sin riesgo para nuestra salud.
Así, Immunilflor, de Trapat Diet, es un compuesto a base de equinácea, uña de gato, vitamina C y zinc que, con dos millones de fermentos lácticos probióticos gastroprotectores (para no dañar el estómago) estimula las defensa contra resfriados, gripes, catarros y otras infecciones de las vías respiratorias, entra otras.
¿Cómo actúa cada uno de sus ingredientes sobre el sistema inmunitario?
Equinácea: Esta planta originaria del este de Norteamérica se ha utilizado tradicionalmente para tratar una variedad de afecciones del sistema inmune. De ella se utilizan las raíces, el rizoma y, en ocasiones, la planta entera, ya que entre sus principales componentes destacan algunos como los glucósidos, los alcaloides, la betaina, los ácidos grasos, los fitoesteroles y aceites esenciales como el genanil.
Está indicada principalmente en el tratamiento de infecciones respiratorias, gripe, catarros, infecciones gastrointestinales, otitis, laringitis, faringitis, inflamaciones articulares, infecciones bucales, alteraciones de la piel, heridas, herpes labial, estimulación del sistema inmunitario y ayuda a contrarrestar la bajada de los leucocitos producida tras un tratamiento de rayos X o quimioterapia.
Uña de gato: Procedente del Amazonas peruano, se utiliza principalmente la corteza, por ser una especie en vías de extinción. Sus principales componentes son alcaloides, esteroides vegetales y polifenoles, y está indicada como inmunoestimulante, antiinflamatoria, antimutagénica y citostática (aconsejado en tratamientos oncológicos), depurativa intestinal y renal, inhibidora de la coagulación (reduce problemas causados por una baja tensión arterial), alergias químicas al polen, antiviral y reductora de los efectos de la radioterapia y quimioterapia.
Eso sí, hay que tener cuidado al usar este componente, ya que no debe ser administrado en pacientes con enfermedades autoinmunes, junto a medicamentos para la presión sanguínea o anticoagulantes, antes o después de una intervención quirúrgica o en trastornos de la coagulación sanguínea, con el hígado inflamado, en embarazadas o durante la lactancia.
Vitamina C: Actúa sobre la salud ocular, articular e inmune. La vitamina C es antioxidante, refuerza la actividad suprarrenal (en casos de estrés es más que aconsejable) y además está indicada para prevenir cataratas, conjuntivitis, vista cansada, desórdenes de visión, glaucoma, etcétera.
Esta vitamina, además, es de gran utilidad en la elaboración y mantenimiento del colágeno, ya que también ayuda con la cicatrización de heridas, y para cuidar las encías, por no hablar de que al promover la absorción del hierro es una buena aliada contra la hipertensión y de un dato por todos sabido, que es su protección contra resfriados y gripes, gracias a su fortalecimiento del sistema inmunitario.
Zinc: Con la edad se va perdiendo la capacidad para absorber este oligoelemento, que combate inmunodeficiencias, reumatismos inflamatorios, enfermedades prostáticas y enfermedades de la piel y la falta de visión nocturna. Pero no solo está indicado para aquellas enfermedades más propias de la vejez, sino que además combate la hiperactividad infantil.
Cuando nuestro cuerpo deja de absorber el zinc necesario, que se encuentra enlos cereales integrales, en los huevos o en productos animales como el hígado o los riñones, lo mejor es aportarlo a través de un suplemento alimenticio que ayudará a que la dosis necesaria de este sea la correcta (de 10 a 15 miligramos).
Todos estos ingredientes, junto a diversos Lactobacillus (Casei, Rhamnosus o Lactis) que ayudan en la digestión y conservación de la flora intestinal, por lo que su uso es cada vez más extenso en productos probióticos, se combinan en las cápsulas y viales de Immunilflor, para que en una toma diaria estemos protegidos y, por lo tanto, cada vez más sanos.