Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Ciudadanos

«Me autolesionaba queriendo para ingresar en el hospital y salir de casa»

Comienza el juicio contra el policía de El Puerto acusado de abusar sexualmente de dos de sus hijas y maltratar a su mujer

PILAR SOLÍS
CÁDIZ.Actualizado:

La acusación particular tomó ayer la palabra en el juicio contra el policía nacional de El Puerto de Santa María al que se le juzga por un delito de abusos sexuales y maltrato hacia dos de sus hijas y la que era su mujer. Él fue el primero en responder a las preguntas de los letrados. El acusado negó haber puesto una mano encima a cualquier miembro de su familia y basó la razón de ser de la denuncia en motivos económicos. «Justo un mes antes hablaron de poner una tienda y yo tenía que avalarlas y les dije que no quería jugarme la casa. Un mes más tarde presentaron la denuncia».

Eso fue en enero de 2007, cuando su ex mujer acompañada de una de sus hijas fue a la comisaría para denunciar malos tratos y abusos sexuales. Así lo relataron ellas mismas como testigos. La primera fue la madre quien afirmó: «Vivíamos en un miedo constante, no hice nada para remediar la situación porque estaba convencida de que nos iba a matar». Lo dijo oculta tras un biombo, un muro que impedía que denunciante y acusado pudiesen intercambiar miradas, aunque tras sus palabras ella se sentó detrás de él como público.

Tanto la madre como las dos hijas relataron algunos episodios desde sus propias perspectivas. El que más importancia recibió fue el que a juicio de ellas, fue el detonante de la denuncia. «Una noche entró una de mis hijas en el cuarto de matrimonio y se quedó mirando fijamente a mi marido. Le dijo: No sé como eres capaz de ser padre y ejercer la autoridad haciendo las cosas que a mí me haces. Tras esto, él se quedó callado sin decir nada y pasamos la noche sentados cada uno a un lado de la cama. Mi hija se escapó de casa y cuando la encontré por la mañana me contó todo lo que estaba pasando». La madre le dijo al acusado que iba a denunciarlo tras lo cual él respondió según su versión «no te va a creer nadie, te voy a hacer chicharrones». Una amenaza que tanto la abuela como la otra hija presente afirmaron oír.

La segunda en declarar fue la hija mayor, de 30 años, quien contó que los abusos comenzaron cuando tenía once años. «Al volver del colegio me quitó la ropa diciendo que todo era un juego y me tocó». Ella dejó de comer porque según sus palabras «quería desaparecer». La menor, que, al parecer, ha tenido varios intentos de suicidio, explicó que se autolesionaba queriendo «para salir de casa, era la escapada perfecta». Esta chica, de 26 años, relató que su padre la había violado «frecuentemente» mientras le decía que era «suya» y que nadie más la iba a querer, «solo él». También contó episodios en los que «utilizaba su pistola para obligarme a hacer cosas que no quería».

Hoy declara la defensa

La sesión se alargó hasta bien entrada la tarde con los primeros testigos de la defensa. Dos compañeros del cuerpo de la Policía Nacional. El primero de ellos negó haber presenciado ningún episodio de violencia en la familia y afirmó que el día que fue el acusado a recoger sus cosas del domicilio «varios hijos se abrazaron a él, llorando y sintiendo su marcha». El otro compañero relató una denuncia por parte de la hija sobre posibles abusos de un desconocido y afirmó no saber más acerca de la familia.

La sesión continuará hoy con las declaraciones de los testigos aportados por la defensa. Una vez concluido el caso pasará a estar listo para sentencia.