ALGO TENDRÁ EL AGUA

Cuando el pasado mes de septiembre nuestro Presidente Griñán -llamadme Pepe, para los amigos- presentaba el plan 'Andalucía 10' que pretendía demostrar al mundo lo imparables que podemos llegar a ser, poco tuvo en cuenta que uno es tan prisionero de sus palabras como de las hemerotecas. Qué le vamos a hacer, una mala tarde la tiene cualquiera. Y en aquella ocasión, la pasión le cegó el conocimiento cuando, en un arranque de orgullo patrio, dijo aquello de «abomino de los tópicos, detesto a quienes miran al sur con desprecio». Defendía entonces el presidente los logros -¿logros?- andaluces en investigación, ciencia, sanidad, frente a la imagen peyorativa del gracioso cobrando el PER, que poco o nada tenía de realidad.

Pero ¡ay! qué poco le ha durado a Griñán el entusiasmo, qué poco tiempo ha cantado lo de «llevo una venda en los ojos como pintan a la fe» -uy!, eso no, que es copla y tópico-. El sábado pasado reconocía que los andaluces tenemos parte de culpa de la visión peyorativa que tienen de nosotros. Vaya por Dios. «Somos esclavos de los tópicos, nos sentimos seguros y los vendemos». En fin, que había buenas intenciones, pero que la culpa de que Andalucía no sea de 10 la tiene usted, la tiene su vecino la del quinto y la tengo yo que somos muy graciosillos y por eso no nos toman en serio. ¡Anda ya!

Así nos va. Siempre es bueno que haya a quien echarle la culpa. No hay nada mejor que lavarse la conciencia y las manos cuando la cosa empieza a ponerse oscura. En este caso, tampoco era tan difícil encontrar al culpable. Total, algo tendrá el agua cuando la bendicen.