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Los informes destapan un topo del Partido Liberal en el Gobierno alemán

Las descripciones del embajador de EE UU apuntan al «ambicioso» ministro de Sanidad como el posible espía

ENRIQUE MÜLLER CORRESPONSAL
BERLÍN.Actualizado:

El ministro de Asuntos Exteriores y vicecanciller de Alemania, Guido Westerwelle, tiene desde el pasado domingo dos nuevos problemas que le amargan la vida y están haciendo añicos la imagen de su formación, el pequeño pero influyente Partido Liberal (FDP). Gracias al embajador de Estados Unidos, Philip Murphy, todo el país sabe que el político es agresivo, poco predecible y un socio para nada confiable de Washington, una descripción que tampoco sorprende a nadie.

En cambio, el contenido del cable 'BVZCZCXYZ001' firmado por Murphy y enviado a Washington el 9 de noviembre de 2009 recuerda las aventuras de espionaje que vivió Berlín durante la época de la Guerra Fría y enfrenta al FDP a una realidad que parecía que ya había desaparecido con la caída del Muro. La Embajada de EE UU en la capital germana cuenta con un valioso topo en las filas del Partido Liberal que le informó al detalle sobre las deliberaciones para formar el nuevo Gobierno y que le tiene al corriente de las posiciones que puede adoptar el Ejecutivo en el escenario internacional.

«Se trata de una fuente joven y ambiciosa, una estrella ascendente del partido, que nos ha ofrecido ya en el pasado documentos internos de la formación. Excitado con su papel de taquígrafo de las negociaciones, parecía feliz de compartir sus observaciones y leerlas directamente de sus notas», escribió el embajador sin saber que sus observaciones confidenciales iban a ser publicadas por la prensa germana a través de Wikileaks. Pero, ¿quién es el topo que informa a la Embajada estadounidense? Westerwelle restó importancia a la información e insinuó que el famoso espía era un invento de la legación. «Tengo plena confianza en los militantes», dijo el ministro.

La atmósfera en la sede del FDP es diferente. La dirección del partido baraja varias estrategias para descubrir al topo, entre ellas, la de exigir una declaración jurada de los militantes que participaron en las negociaciones para dar vida a la coalición de Gobierno. De los nueve militantes del FDP que asistieron a las reuniones solo uno responde a la descripción que hace Murphy del espía. Según algunos veteranos periodistas alemanes, los datos retratan al dinámico, joven y ambicioso ministro de Sanidad, Phillip Rösler.