Otra de arena

El Xerez Club Deportivo nos está acostumbrando esta temporada tanto a lo bueno como a lo malo. En los partidos que se han disputado esta temporada –Liga y Copa del Rey– los hombres de Javi López han ido dando una de cal y otra de arena. Tras meter una marcha más en los últimos compromisos, mantener una misma línea, pese a caer ante el Levante y el Real Betis, y sacarle los colores al Real Valladolid, los azulinos la volvieron a hacer el sábado pasado ante el Albacete. Volvió la peor versión del equipo, quizás ante uno de los rivales peores a los que se ha tenido que enfrentar hasta el momento y muy probablemente de todos los conjuntos de la Liga.

El cuadro xerecista dejó salir vivo de su estadio al conjunto de Antonio Calderón, que de paso le hizo un flaco favor al técnico gaditano que sigue asfixiado pero con un hilo de vida. Como ya ha ocurrido en alguna ocasión, el entrenador catalán prefirió guardar la mínima renta conseguida gracias a otro tanto de José Mari y eso le dio alas a los locales. Estaba ante la ocasión perfecta para jugar al fútbol, como él quiere, para presionar, no dejar jugar al rival y para ser más ofensivo que defensivo, pero todo lo contrario. Y pudo ser peor, ya que el Albacete estuvo muy cerca de remontar un partido que ni ellos mismos se creían en el descanso que podían puntuar.

Ahora, habrá muchos que vean el vaso medio lleno o todo lo contrario, pero lo cierto es que con los puntos que nos estamos dejando en el camino el Xerez estaría inmerso en puestos de liguilla de ascenso a Primera División, incluso, quién sabe si entre los dos primeros de Segunda. Hay que ser arriesgados, estando a dos puntos de esas posiciones de privilegio, hay mucho que ganar y poco que perder. La ambición de otras temporadas ha sido, recuerden, gran parte del éxito de este equipo. Que no lo estropen algunos ahora.