Los 'frikis' saltan a la política

Los 'frikis' ya no se contentan con ir a Eurovisión, ahora quieren dar el salto a la política. Las elecciones catalanas serán el primer termómetro de si los desafectos de la política o el nutrido grupo de abstencionistas decide castigar a los partidos tradicionales votando a personajes sacados de productos televisivos de 'serie b'.

El nombre de Carmen de Mairena, una de las travestis más televisivas del panorama nacional, encabezará el domingo la candidatura del CORI (Coordinadora Reusenca Independiente) por Barcelona. Las propuestas de De Mairena son esperpénticas, pero han generado interés. Hace una semana, la travesti llenó a reventar de incondicionales el salón de actos de la Universidad Pompeu Fabra y desgranó algunas de sus promesas más sonadas.

En su programa están los «follódromos», que suenan, sencillamente, a lo que son: equipamientos públicos para jóvenes para poder practicar sexo. Pero Carmen de Mairena no es la única 'friki' del CORI. Su fundador, Ariel Santamaría, va siempre vestido como Elvis Presley y con ese atuendo logró acta de concejal en Reus en las municipales de 2008.

El CORI ha prometido que si llega a la Generalitat cultivará marihuana en las rotondas o el envío al espacio de un cohete con productos catalanes, como la butifarra. También reclamará la condición de Patrimonio de la Humanidad para el Barrio Chino de Barcelona.

También compite el Partido Pirata de Cataluña. El domingo se conocerán sus nombres, ya que hasta el momento sólo se sabe de ellos sus apodos en la red. El Partido Pirata catalán pretende abanderar la libertad de expresión dentro y fuera de Internet.

No va en ninguna lista electoral, pero la actriz porno Lucía Lapiedra también ha tenido su momento álgido en esta campaña. Protagonizó un vídeo en el que recorría varias calles de Madrid en ropa interior y con una bandera independentista catalana, mientras cantaba una canción en apoyo a Joan Laporta, ex presidente del F.C. Barcelona y cabeza de lista de Solidaritat Catalana per la Independencia. Lapiedra se ha sentido como un 'juguete roto' cuando Laporta ha renegado en público de ella y de su vídeo.