Ángel León y su restaurante Aponiente reciben la estrella Michelin
CÁDIZ. Actualizado: GuardarUn chef nacido en Jerez, afincado desde niño en El Puerto de Santa María y amante de la Bahía. Ángel León entra en la historia de la gastronomía de la provincia de Cádiz al lograr con su proyecto Aponiente la única estrella Michelin gaditana actualmente. Una ilusión, un «paseo por las nubes» que experimentaba ayer por la tarde al recibir la llamada de la guía francesa. Concedida. Un sueño. Para él y todo su equipo que desde la cocina de un acogedor restaurante en la calle puerto escondido de El Puerto se dedican a promocionar los ricos productos de la región -León es conocido como el 'chef del mar'- y a «animar las almas».
Una felicidad que desde ayer, tras un multitudinario acto de presentación de la guía para España y Portugal que se celebró en el hotel María Cristina de San Sebastián, el cocinero gaditano comparte con otros dieciséis negocios españoles. Y es que, además de Aponiente, se incorporan como novedades en esta edición Caelis, Dos Cielos, Hisop y Moments (los cuatro de Barcelona), Ferrero (Bocairent, Valencia), Gadus (Cala d'Or, Mallorca), Alborada (La Coruña), Venta Mocalvillo (Daroca de Rioja), Mirador de Ulía (San Sebastián), Kabuki Carmona (Madrid), Santo (Sevilla), Capritx (Tarrasa, Barcelona), Maruja Limón (Vigo) e Ikea (Vitoria). Hay dos que han cambiado de ubicación este año y que mantienen la estrella: Arrop (trasladado de Gandía a Valencia) y Zaranda (desde Madrid a Llucmajor, Mallorca).
La segunda para Dani García
En medio de una tremenda expectación mediática, el director de las guías Michelin para España, Fernando Rubiato, leyó las altas y bajas de este año. Lo más importante es que en la codiciada categoría de las tres estrellas, la de los restaurantes que justifican un viaje para comer en ellos, no ha habido variaciones. Se mantienen los mismos siete del año pasado. Por tanto, tres restaurantes situados en el País Vasco (Arzak, Martín Berasategui y Akelarre), y cuatro en Cataluña (El Bulli, El Celler de Can Roca, Can Fabes y Sant Pau), siguen siendo los únicos «top» de la cocina española para los severos inspectores de la publicación.
La Michelin es la guía -francesa- más influyente, y sus estrellas, los Oscar de la cocina. Sus decisiones, pues, son las que levantan cada año mayor expectación y más críticas. Como dicen los expertos, no están todos los que son, pero sí son todos los que están.
Sí hay novedades en el segundo escalón. El barcelonés Abac pierde su segunda estrella, mientras que la ganan Paco Pérez, del Miramar (Llançá, Girona); Eneko Atxa, de Azurmendi (Larrabetzu, Vizcaya); Ramón Freixa, del restaurante madrileño de su nombre, y Dani García, de Calima (Marbella, Málaga).
La otra cara de la moneda son quienes la pierden. Alguna sorpresa gorda, como la de Casa Marcelo, en Santiago. También caen Casa Pardo, en A Coruña; el veterano Hispania de Arenys de Mar; Freixa Tradició en Barcelona; El Ermitaño, en Benavente; Vivaldi, en León; Altair, en Mérida; El Cenador de Salvador, en Moralzarzal; Plat d'Or, en Palma; Tragabuches, en Ronda; Tapies, en La Seu d'Urgell; El Cingle, en Vacarisses, y El Rincón de Antonio, de Zamora.
Pierden estrella por cierre o traslado el Arrop Tradició, de Gandía, y el Zaranda madrileño. La única variación en Portugal es la pérdida de la estrella por el lisboeta Eleven. La guía deja nominados como candidatos a unos próximos dos soles al madrileño Club Allard y a Solla, de San Salvador de Poio (Pontevedra).
Además hay datos que llaman la atención, como que el Etxabarri, de Atxondo, que está entre los diez primeros de la lista de los mejores del mundo, no aparezca ni con una estrella en la nueva edición de la Guía Michelin.
Cataluña, con cuatro 'tres estrellas' de los siete de la Guía, dos 'dos estrellas' de doce y, sobre todo, más de cuarenta 'una estrella' de las 120 que hay en toda España ocupa el primer puesto de la lista. Al menos gracias a Aponiente y Santo (Sevilla), Andalucía recorta distancias.