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Rajoy y Sánchez Camacho saludan a los asistentes al mitin que se celebró ayer en Hospitalet. :: EFE
ESPAÑA

Rajoy reclama al presidente que se vaya por «vergüenza torera»

Reclama al presidente que no culpe a otros de sus «graves errores», que han llevado a España a una situación «de enorme dificultad»

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Mariano Rajoy cerró ayer por la noche su participación en las elecciones catalanas con un mitin ante más de 4.000 personas en Hospitalet de Llobregat, una de las localidades del 'cinturón rojo' de Barcelona y feudo tradicional del PSC. El PP, y esta ha sido una tónica en la campaña electoral, quiere pescar el voto 'españolista'. En especial, el de los socialistas desencantados con José Montilla y con José Luis Rodríguez Zapatero.

Rajoy, que aseguró que el cambio en España «comenzará el domingo con el cambio en Cataluña», arremetió contra el presidente del Gobierno por no asumir «los graves errores» que han sumido a España en una situación «tremendamente delicada». Una referencia que apuntala las palabras de algunos de sus lugartenientes, que han sido calificados de «antipatrioticos» por el PSOE. Los socialistas han acusado al PP de generar dudas sobre la economía española en un momento muy sensible para los mercados.

El líder de la oposición retó a Zapatero a tener «vergüenza torera» para «dejar paso» a otros que sepan «hacer mejor las cosas». Ironizó además sobre la reunión que mantendrá mañana el presidente con «no sé cuantos empresarios». Ya no es momento, dijo, de «hacer tertulias para luego no hacer nada», es el momento de tener «coraje para gobernar y para no crear más problemas a la gente». Y es que Rajoy defiende que cuánto más tiempo tarde en celebrarse las elecciones generales «más caro le saldrá a los españoles».

Pero el rival de los populares en las elecciones catalanas no es el PSOE, sino CiU, virtual ganador, según los sondeos. Pese a ello, Rajoy mantuvo el mismo perfil bajo en sus críticas a los nacionalistas catalanes. «Lo único que garantiza el cambio en Cataluña es un PP decisivo», apostilló el líder popular para regocijo de los asistentes.

El PP cuenta en la actualidad con 14 escaños en el Parlamento catalán y las encuestas le otorgan, en el mejor de los casos, tres más, lo que dejaría a los populares por debajo de su mejor resultado, el que obtuvieron en 1995 cuando llegó hasta los 18 diputados.

Las direcciones del PP nacional y catalán defienden que Cataluña no ganaría nada si sustituye al 'tripartito' por una mayoría absoluta de CiU. Esto, a juicio de Rajoy, significaría volver al debate «estéril» identitario y enfatizó que solo con un «PP fuerte» se evitarían «disparates» en esta materia.

Nada de inmigración

En Hospitalet quedó claro que el PP ha corregido su punto de mira a lo largo de la campaña. De inicio, apostó por la inmigración como caballo de batalla con propuestas como la de que los emigrantes sin contrato deberían regresar a su país. La polémica aún no se había apagado cuando apareció el vídeojuego en el que la candidata Alicia Sánchez Camacho, convertida en 'Lara Crof', mataba a inmigrantes ilegales.

Ni Rajoy ni Sánchez Camacho se refirieron en el cierre de campaña a este asunto. El presidente popular prefirió abundar en que el PP es clave para el futuro de Cataluña pues no habrá «ni referendos ni cambios constitucionales». El mensaje fue claro: «El PP está a favor de España y de Cataluña. Rajoy, al hilo de esta reflexión, sentenció que los peores enemigos de las lenguas -en alusión al catalán- son «los que las prohíben y los que las imponen», es decir, los nacionalistas.

El líder de la oposición reclamó el apoyo de todos los que votaron al PP en las últimas elecciones generales «y a los que ya han decidido que nos darán su apoyo» en 2012. En ese instante, una de las asistentes gritó. «¡Sácanos de la crisis!», a lo que Rajoy respondió: «Ese será mi objetivo para los próximos años y, además, lo haré». El público, que lo interrumpió en varias ocasiones al grito de «¡Zapatero dimisión!» o «¡Rajoy presidente!», se animó y lanzó otro envite. «Y trabajo, queremos trabajo». El líder popular lo tuvo fácil y recordó que España, bajo los gobiernos del PP, creó millones de empleos.