Los candidatos confiesan sus virtudes, defectos y manías

Recta final de la campaña electoral de unos candidatos a presidir la Generalitat con virtudes, defectos y manías muy diversas. No dudan en confesarlas, por más mundanas o variopintas que puedan parecer. El líder de ERC, Joan Puigcercós, revela que tiene una manía particular, que es mirar los zapatos que lleva la gente, y el candidato de ICV-EUiA, Joan Herrera, explica que siempre se saca el reloj cuando da una conferencia o rueda de prensa para ir controlando el tiempo que tiene.

José Montilla (PSC) explica que su manía es la puntualidad. "Si es que se puede considerar manía", subraya, mientras que su principal rival, Artur Mas (CiU), confiesa que no le gustan sus manos y se come las uñas. A Albert Rivera (C's) le gusta poco hablar por teléfono, y Alicia Sánchez Camacho (PP) no confiesa ninguna, aunque sí admite que uno de sus defectos, y que procura corregir, es la falta de puntualidad.

El resto de candidatos tampoco esconden sus defectos. Montilla cree que uno de ellos es su "poca aptitud" para hacer teatro, y los de Mas son ser demasiado perfeccionista, las dificultades que tiene para delegar y su tendencia a pensar que el resto se comportará como él. "Esto me hace caer en la ingenuidad o en falta de sensibilidad", afirma. Puigcercós ve como defectos de su persona la vehemencia; Rivera, que es "muy" despistado, y Herrera, su tozudez.

Virtudes muy políticas

En paralelo, los candidatos también tienen numerosos adjetivos para describir las virtudes que creen tener. Montilla se considera muy trabajador, riguroso y honesto; calificativos que espera también trasladar en su vida personal. Artur Mas se suma al carro de la honestidad y también cree que es un político trabajador y con fuerza de voluntad. "Esto me ha permitido superar mes carencias personales", explica.

Para el líder de ERC sus ases en la manga son su capacidad para afrontar los problemas de cara y con valentía, y subraya que, como persona, destaca porque sabe escuchar a la gente. El candidato de ICV-EUiA pone en su cesta de virtudes que intenta siempre que puede hacer pedagogía de su postura política, y en el terreno más personal destaca su perseverancia. La candidata popular sitúa su vocación de servicio y entrega a la ciudadanía y su honestidad como elementos positivos de su carta de presentación.