La desconfianza en la solvencia de España se eleva a máximos históricos
Los inversores huyen de la Bolsa y el Ibex cae un 3%, con los grandes bancos como los mayores damnificados del 'contagio irlandés'
MADRID.Actualizado:El contagio es un hecho. Tras un primer envite el pasado lunes, al calor del plan de rescate a Irlanda, los mercados atacaron ayer a España sin ninguna piedad. El golpe fue doble. La Bolsa protagonizó la mayor caída desde el mes de julio, y cerró la jornada con un desplome del 3% que afectó en mayor medida a los grandes bancos. Fue el mayor retroceso entre los parqués de toda Europa. Al tiempo, el Tesoro se vio obligado a pagar casi el doble para poder colocar deuda a corto plazo, mientras la prima de riesgo española alcanzaba máximos históricos. La desconfianza en la solvencia del país se ha instalado entre los inversores.
De nada sirvieron los mensajes de Bruselas y del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero tratando de diferenciar la situación que atraviesan España e Irlanda. Los especuladores han mordido hueso y no lo sueltan. Al menos, hasta que saquen todo el beneficio que puedan, pues a eso juegan.
La expectación era máxima, y se confirmaron los peores presagios. El Tesoro colocó letras a tres y seis meses por valor de 3.260 millones -bastante por debajo de los 4.000 millones previstos como tope- con un coste que no se veía en dos años. A primera hora, la tensión reinaba en el departamento dirigido por Soledad Núñez. La demanda era buena, pero los inversores exigían un precio demasiado alto, y se prefirió frenar antes de agotar la emisión. No había necesidad de endeudarse de forma gratuita al haber dinero más que suficiente en caja para pagar los próximos vencimientos.
Marcha atrás
De un plumazo, la crisis irlandesa y sus eventuales efectos al sur de Europa hundieron el salvavidas que habían supuesto la publicación de los test de estrés de la banca y la puesta en marcha de las reformas estructurales iniciada por el Gobierno. Tanto, que la prima de riesgo (la diferencia entre el coste que hay que pagar por los bonos a 10 años respecto a sus homólogos alemanes) se disparó por encima de los 235 puntos básicos, un nuevo y peligroso récord histórico. En una sola jornada, esa referencia remontó 25 puntos básicos. En concreto, la rentabilidad de los bonos españoles trepó al 4,9% frente al 2,55% del 'papel' alemán. El castigo también llegó, aunque en menor medida, a Irlanda y Portugal, donde la prima de riesgo también aumentó. Otra muestra de la desconfianza la dieron los denominados seguros de crédito frente al impago de la deuda soberana.
Los denominados CDS también marcaron máximos históricos para situarse en 297.000 euros por cada diez millones de emisión. De nada sirvieron los mensajes del secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, quien insistió en que España ha hecho sus deberes. Campa quitó hierro al despegue de la desconfianza ya que, dijo, es normal «en un momento de volatilidad».
El rescate a Dublín ha puesto en el disparadero a los países periféricos en un movimiento que ha despertado incluso temores entre los guardianes del euro, que ven cómo la espiral podría afectar a la moneda única. El ministro de Finanzas alemán, Wolfang Schauble, aseguró que la divisa europea se juega «su futuro».
La propia canciller alemana, Angela Merkel, reconoció que la eurozona atraviesa «una situación extremadamente seria». Aun así, el euro se mantiene estable en el entorno de los 1,34 dólares.
El otro gran varapalo a España llegó en forma de huida masiva de los inversores de la Bolsa. La segunda consecutiva. El Ibex 35 se dejó un 3,1% (la víspera cayó un 2,68%) y perdió los 9.700 puntos. Santander y BBVA pagaron caro el miedo escénico y retrocedieron un 4,73% y un 3,9%, respectivamente. Telefónica cedió un 3,21%, hasta 17,16 euros por título. Más de un 3% perdieron también Abengoa, Telecinco, FCC y Repsol.
En Europa, y en un día en el que la tensión entre las dos Coreas terminó de complicar las cosas, todas las plazas cerraron en 'rojo', aunque con descensos menos intensos. Las pérdidas oscilaron entre el 2,2% del CAC 40 de París y el 1,7% del Dax Xetra alemán.