«El público de Cádiz merece el mismo respeto que el de Nueva York»
Javier Perianes Pianista. El joven onubense mostró a través de sus dedos la relación que existe entre Chopin y Manuel de Falla
Actualizado:Sus dedos se mueven como si fueran arañas por un sinfín de teclas blancas y negras. Sigilosos pero con firmeza. Ayer rindió tributo a Chopin y a Manuel de Falla, dos autores que están conectados por la admiración que el segundo profesaba al primero, pues la música del compositor polaco está permanente en la base de la inspiración del gaditano. A sus obras les dio un toque personal por el que ya es considerado como uno de los mejores pianistas españoles de este siglo con tan sólo 32 años.
«Lo mejor es no hacer casos de los halagos porque aquí es como el oeste siempre hay uno que al final dispara más rápido. Se trata de no escuchar lo bueno ni tampoco lo malo. Lo que hay es que mantener la honestidad, el equilibrio y mantener un punto de humildad necesario para tocar y dedicarse a hacer música, olvidándose de todo lo la parafernalia que hay alrededor». Confiesa el onubense Javier Perianes que deleitó al público del Teatro de Las Cortes con su habilidad para entender el piano. «Este teatro tiene una acústica natural muy peculiar y bonita y desde el punto arquitectónico es espectacular. Para mí es un regalo tocar aquí, sin olvidar la carga de historia que hay detrás».
Hechos históricos que le rozan aunque sólo sea por las casualidades ya que Perianes nació un 24 de septiembre, la misma fecha en la que comenzaron Las Cortes. «Estaba predestinado a tocar aquí en el año del Bicentenario».
A pesar de su juventud cuenta con una dilatada y prestigiosa carrera al haber actuado en los auditorios de referencia internacional y manteniendo una intensa pero en absoluto convencional actividad discográfica. Este año ha debutado con el director Zubin Metha en el Festiva Mito de Italia y en la Tonhalle de Zurich, ha sido invitado por Daniel Barenboim para dar un recital en Ramalah y ha editado un monográfico del compositor español Blasco de Nebra, ¿qué le queda por hacer? «Cada recital es un reto para mí y me tomo así. El Barcelona no ha perdido motivación por ganar todos los títulos y yo igual, a pesar de ser 'merengón'. Me tomo cada concierto como un desafío nuevo porque debes ser respetuoso a ti mismo, a tu profesionalidad, y luego a los demás, a ese público que te escucha y el mismo respeto se merece el espectador de Nueva York como el de Cádiz, incluso más porque no tenga esa oportunidad de escuchar tanta música».
Allá por donde va tan sólo consigue buenas críticas y su currículum ya es envidiable. Sin embargo permanece con los pies en el suelo y con la cabeza muy bien asentada. «Yo no soy soñador y lo que me gustaría es seguir realizando mi vocación que no profesión durante todos los años que pueda de mi vida. Considero que los sueños se consiguen trabajando y es mejor ir a buscarlos que retenerlos en la cabeza».
La influencia de Falla
El concierto dado por el joven Perianes se enmarca dentro del Festival de Música Española de Cádiz que este año se ha configurado en torno al compositor Manuel de Falla. De ahí la intención de ahondar en sus inspiraciones, de igual forma que ayer el onubense mostraba la influencia de ambos compositores en su estilo de tocar y en la forma de entender la música, precisamente en el día de Santa Cecilia, festividad que San Fernando disfruta con música. «Hay unos vasos vinculantes que se pueden observar muy bien pues incluso Falla realizaba anotaciones en diferentes fragmentos de la obra de Chopin para luego desarrollar».
Pero este apartado no sólo se descubre en el piano, sino que incluso aparece citada y desarrollada como única y exclusiva materia prima en la pieza coral 'Balada de Mallorca' y en la inacabada ópera cómica 'Fuego Fatuo'.
En este juego de homenajes y paralelismo se perdió el público isleño que como ha ocurrido en otras ocasiones se rindió ante la capacidad interpretativa de Perianes, al que le aguarda una larga y brillante carrera como pianista.