Los especuladores ignoran el rescate a Irlanda y se ceban ahora con España
El Ibex cede un 2,68% en su mayor caída desde agosto y pierde los 10.000 puntos, mientras la prima de riesgo se dispara
MADRID. Actualizado: GuardarLa voracidad no tiene límites. Mientras la Unión Europea y el FMI ultiman los detalles del rescate griego, y las instituciones europeas se afanan en recalcar que se han acabado los problemas serios en la región del euro, los especuladores afilan de nuevo los dientes y miran ya a España y Portugal como sus próximas víctimas.
Lejos de calmar a las fieras, la operación de salvamento a Dublín ha disparado las dudas sobre la solvencia de los países de la periferia europea. En España, el Ibex-35 sufrió ayer el mayor descenso desde agosto, con la banca como gran damnificada, y perdió la cota psicológica de los 10.000 puntos. La mañana, con Dublín obligado a enterrar al Tigre Celta para tomar el salvavidas internacional, se presentaba en apariencia tranquila. Pero nada más lejos de la realidad.
Desde el primer momento, la prima de riesgo española no dejó de crecer. La referencia, que mide la diferencia del coste (interés a pagar por el Tesoro) del bono a diez años con su homólogo alemán, subió como la espuma para superar a media tarde los 210 puntos básicos. En concreto, el 'papel' español ofrecía un interés del 4,75% frente al 2,65% del 'bund' germano. La palabra del día era «contagio», y las instituciones se afanaban en intentar separar el trigo de la paja.
Desde Bruselas, el portavoz de la Comisión Europea para Asuntos Económicos, Amadeu Altafaj, reconocía que la premura para organizar el rescate irlandés (los ministros de finanzas de los 27 aprovecharon el domingo para cerrar el asunto) se debía en gran parte a la necesidad de frenar esa temida plaga de desconfianza. E iba más allá, al subrayar de forma tajante que España no es Irlanda, por lo que pedía evitar «analogías» entre países.
«El caso irlandés es muy específico», defendió Altajaf, para recordar que España está haciendo los deberes: «La situación se está afrontando con esfuerzos adecuados de consolidación fiscal pero también con reformas estructurales que pueden reforzar el crecimiento potencial y la creación de empleo para fortalecer la confianza».
Es más, insistió en que no hay necesidad de un nuevo paquete de recorte o de reequilibrio fiscal. El responsable comunitario de Asuntos Económicos se esforzó por alejar el fantasma del vecino Portugal, también muy castigado por los inversores.
En casa, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hizo lo propio en su habitual reunión de los lunes con los 'barones' del PSOE. El mensaje era claro: no somos Irlanda. Así lo explicó después del encuentro el secretario de organización socialista, Marcelino Iglesias, quien recordó que España tiene un nivel de deuda sobre Producto Interior Bruto (PIB) veinte puntos por debajo de la media europea y un déficit público «reconducible» con un sistema financiero fuerte y solvente, más si cabe después de los test de estrés del pasado verano.
Respuesta de los ministros
Junto al presidente, varios ministros aprovecharon distintos foros para insistir en la solvencia y fortaleza españolas. La responsable de Economía y Hacienda, Elena Salgado, aseguró en declaraciones a RNE que el país cumple «al pie de la letra» su particular plan de ajuste, y que los «fundamentos de la economía son muy sólidos y capaces de hacer frente a los mercados». Los titulares de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, e Industria, Miguel Sebastián, replicaron el mensaje ante 200 inversores internacionales llegados a España para analizar posibles oportunidades de negocio en el denominado 'Spain Investors Day'.
Pero nada contentó a quienes apuestan a la baja. Y ya hay quien insinúa la posibilidad de un ataque concertado contra el euro. La prima de riesgo portuguesa escalaba a los 414 puntos básicos, con la irlandesa en 563 puntos y la griega, en 928. Tampoco ayudó nada, una vez más, el mensaje de la agencia de calificación Moody's, que anunció su intención de recortar en varios escalones la nota de la deuda irlandesa aún a pesar del rescate. La falta de capacidad de maniobra del Ejecutivo de Dublín, en cierto modo 'intervenido', fue el argumento de la compañía de 'rating'.
En ese escenario, los seguros de crédito frente al impago de la deuda soberana -un termómetro fiable del comportamiento de los especuladores- se dispararon. En el caso español, los denominados CDS treparon hasta los 280.300 dólares por cada diez millones de emisión en bonos a diez años. Un día antes, esa referencia estaba en 260.000 dólares. También crecieron los CDS de Irlanda y Portugal. El Tesoro español se enfrenta hoy a una nueva prueba de fuego, pues tiene anunciada una emisión de letras a 3 y 6 meses por valor de hasta 4.000 millones. En diciembre habrá cuatro 'exámenes' más.
La mayor prueba del peligro coctel de desconfianza más especulación la sufrió el Ibex, que perdió un 2,68%, el mayor ajuste de toda Europa. Los bancos fueron los más afectados, con caídas que rondaron el 4%. El golpe fue general, y entre los grandes valores destacaron los retrocesos de Santander (4,03%), BBVA (3,87%), Telefónica (2,21%), Inditex (1,17%) o Iberdrola (1,99%). En Europa la tónica general fueron los números rojos, aunque en mucha menor medida que en España.