Penúltima mudanza en 'la casa del Guernica'
El museo Reina Sofía actualiza su 'relato' de la segunda mitad del siglo XX, con un viaje de las vanguardias al pop crítico
MADRIDActualizado:Un día para la historia el que ha vivido el Museo Reina Sofía. Con veinte años cumplidos, el museo de arte contemporáneo ha inaugurado una nueva era con la que entra en su madurez. Además de estrenar su revisado 'relato' de la modernidad plástica en el último tramo del siglo XX con una sustancial mudanza de piezas y conceptos, el museo que dirige Manuel Borja-Villlel se apresta a estrenar como "gran regalo de cumpleaños" una Ley propia que lo equipara en rango y autonomía la Museo del Prado. Razones para la alegría, el orgullo y la celebración, junto a la presencia de la Reina doña Sofía, que ha recorrido la renovada cuarta planta del museo recreándose en un nuevo discurso en el que el cine y la fotografía miran de tú a tú a la pintura, la escultura y el arte conceptual y critico que cambió el curso de la plástica europea y española en los año 40, 50 y 60 del siglo pasado.
Con dos millones de visitas, una colección de 23.000 piezas y 18.000 metros de superficie expositiva, la 'casa del Guernica' es un museo vivo que no ha dejado de cambiar de piel en sus dos décadas de andadura. Unos años "difíciles pero maravillosos" según su actual director. El penúltimo paso en esta aventura es la renovada exposición de un millar de piezas entre obras y documento que Borja-Villel ha bautizado como '¿La Guerra ha terminado? Arte en un mundo dividido (1945-1968)', su personal lectura de la parte de la colección permanente referida a la segunda mitad del siglo XX.
La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha celebrado el vigésimo aniversario de la apertura del Museo que acoge la obra más universal de Picasso junto al director de la casa, el presidente del Patronato, Guillermo de la Dehesa, y el presidente de la Real Asociación de Amigos del Museo, José Ysasy-Ysasmendi.
Una jornada histórica que ha reunido a casi toda 'la familia del 'Reina', a todos sus directores en estas dos décadas, y casi todos los titulares de la cartera de cultura en estos veinte años.
Dos décadas memorables "con logros extraordinarios, que han hecho del museo un referencia a nivel local e internacional", ha dicho Borja-Villel de una institución que aspira a "formar espectadores activos, a ser global y local a la vez, que ha abandonado la división Nueva York-París y que mira al siglo XXI como parte de una red global, y que cuestiona lo establecido". Son los retos de un director que en dos años ha transformado el museo y que tiene pendiente la próxima reordenación de la colección de los años 80 y lo más contemporáneo.
Ha celebrado Borja-Villel como se merece el "gran regalo" de la nueva y "necesaria" Ley que anunció la ministra González-Sinde y que dotará al 'Reina' de un estatuto jurídico parejo al que tiene el Museo del Prado desde hace nueve años. Una ley que podría estar en vigor en mayo y que hará al museo "más eficiente y ágil", le dotará de "plena autonomía de gestión" y "facilitará su crecimiento y el acercamiento a la sociedad civil".
Más espacio, cine y fotos
Para mostrar el millar de obras de esta 'relectura' del arte del siglo XX se ha triplicado el espacio expositivo en la cuarta planta del edificio Sabatini. Borja-Villel propone un intenso viaje por 29 salas que va de la revolución de las vanguardias que abre Picasso, al pop crítico y la conversión del arte en producto de consumo masivo. Un viaje que se detiene en todos los grandes de ese tiempo, como Miró, Dalí, Duchamp, Rothko, Oteiza, Chillida, Rauschenberg o Christo, además de cineastas como Resnais, Hitchcock o Berlanga.
La última planta del edifico Sabatini acoge ahora una mejor y más completa representación del informalismo de los años 60 -Tàpies, Saura, Millares, el Grupo de Cuenca...- y de la figuración política española -Arroyo, Equipo Crónica y Equipo Realidad- con una visión novedosa a través de obras fundamentales de estos artistas no han sido exhibidas antes.
Se concede especial importancia al material fotográfico y al cine. Hay rarezas del cine 'letrista' junto a hitos del Hollywood de los 50, como La ventana indiscreta de Alfred Hitchcock, que alude a la hegemonía de la cultura de masas en ese periodo, o películas 'situacionistas' como la emblemática, La sociedad del espectáculo de Guy Debord. Junto a ellas, una joya del humor ibérico, Bienvenido Mr. Marshall, del fallecido Luis García Berlanga, que se proyecta en una sala identificada con una cierta españolidad popular. Dos películas del director francés Alain Resnais, Noche y niebla (1955) y La guerra ha terminado (1966), abren y cierran el recorrido.
Legados
Muchas de las piezas se exhiben por primera vez. Algunas proceden de importantes legados y donaciones, y otras fueron adquiridas directamente por el museo. Destacan los legados de Brassai y Morris Louis, así como compras recientes del museo, como el archivo de Alberto Greco en España, una serie de dibujos de Roberto Matta, un numeroso material 'letrista' y 'situacionista', además de las míticas fotografías realizadas en España en los años 50 por Eugene Smith.
Entre las obras en depósito y que también se podrán ver en la muestra, destaca el de la Colección Onnasch que ha cedido al Reina 27 obras de autores como Clyfford Still, Franz Kline, Rauschenberg, Christo o Georges Brecht. También es notable el depósito de Millares y Rivera, o el de la Colección Cisneros Fontanals Art Foundation, con piezas de arte concreto latinoamericano firmadas por Lygia Clark o Franz Weissmann. También se podrá contemplar la Colección de François y Mady Letaillieur, sobre 'letrismo'.