Avisos
Actualizado: GuardarMenudo marcaje se están haciendo el Real Madrid y el Barcelona. Ni Andy Schleck y Alberto Contador en el último Tour de Francia. Que unos le meten ocho al Almería, pues van los otros y le ‘cascan’ cinco al Athletic de Bilbao. Que Messi hace un hat-trick, pues Cristiano Ronaldo hace otro y encima le ‘regala’ un penalti a Sergio Ramos para que coja confianza. Dice Guardiola que la enésima muesca para la historia que dejaron el sábado en el estadio Mediterráneo no es un aviso para nadie, pero al portugués, que tan bueno es, apenas le hizo falta que le pusieran el cebo en forma de alcachofa de La Sexta para ofrecernos una de esas copas de polémica que tanto le gusta, con dos sabores bien diferenciados, mitad soberbia, mitad ambición.
Lo cierto es que a una semana de que los dos grandes dominadores del fútbol español midan una vez más su potencial y se disputen un tercio de la Liga en el Camp Nou (otro se lo disputarán en su enfrentamiento en el Santiago Bernabéu y el resto en algún que otro ‘herculazo’), las sensaciones son las de que nos espera un cara a cara intenso, en el que cualquiera de los veintidós futbolistas que salgan al terreno de juego puede ser protagonista del mismo. Incluso podría colarse un infiltrado vestido de negro dispuesto también a exigir su cuota de pantalla. Lo malo es que este puede aparecer sin avisar.
El que sí avisó, y bien, fue el presidente del Almería a Lillo. Estuvo un par de semanas condenado y finalmente lo despidió tras cumplir su mayor penitencia: la del desprestigio profesional que le acompañará siempre con los ocho goles que encajó de manos de su gran amigo Pep Guardiola, el alumno aventajado de la escuela de filósofos del fútbol que el propio Lillo impulsó y que tantos adeptos ha sumado para la causa en los últimos años. Eso sí, nunca tendrán entre ellos a Ibrahimovic, que ya renegó públicamente de ese estilo y avisó de que en Milan volvería a ofrecer su mejor juego. ¡Y ya lleva once goles!