La parejita de Sarkozy
Alliot-Marie remata el Grand Slam ministerial con el ingreso de su compañero en el Gobierno francés
PARÍS.Actualizado:Padre únicamente de hijos varones, Nicolas Sarkozy ya tiene la parejita política. Son gaullistas y residentes los miércoles en el palacio del Elíseo en torno a la mesa del Consejo de Ministros. En Francia, paraíso de las siglas, les llaman MAM y POM. Michéle Alliot-Marie y Patrick Ollier forman la primera pareja en el seno de un Gobierno, algo inédito en la historia política francesa. Ni siquiera el socialista François Mitterrand se atrevió a confiar una cartera a François Hollande cuando Ségolène Royal, su entonces compañera y ahora rival despechada, era ministra de Medio Ambiente entre 1992 y 1993. La vida en rosa tenía sus límites.
La remodelación gubernamental ha consagrado a la incombustible Alliot-Marie, adicta a declinar la fórmula 'la primera mujer'. Tras ser en 1999 la primera mujer a la cabeza de un gran partido francés (el RPR de Jacques Chirac), se convirtió en 2002 en la primera ministra de Defensa y luego de Interior. Al cabo de un par de años en Justicia, vuelve a romper moldes ahora en Asuntos Exteriores, un cargo ocupado hasta la fecha únicamente por hombres. Ningún político puede presumir de semejante Grand Slam ministerial: Defensa (2002-2007), Interior (2007-2009), Justicia (2009-2010) y Exteriores.
El broche provisional a la extraordinaria carrera es el ingreso en el Gabinete de su compañero sentimental como ministro de Relaciones con el Parlamento. Diputado y alcalde de una localidad del extrarradio de París, Ollier era el primero que no daba dos euros por su eventual entrada en el Gobierno. «Soy el único que sabe que nunca seré ministro. Es el drama del amor», bromeaba resignado en vísperas del reajuste, consciente de que la sombra de MAM es alargada.
POM es hoy un hombre feliz. La M de Marie ha dejado de ser una cruz sacrificial. Anulado el fatalismo, con su flamante cartera bajo el brazo, recuerda que siempre le habían dicho que el hecho de que nunca en la historia hubiese habido una pareja en el Gobierno era algo difícil de superar. «Eso no se hacía. Mitterrand jamás lo había aceptado. Giscard tampoco. Yo lo había comprendido perfectamente, pero no siempre lo había admitido», comenta el político chiraquista, agradecido por una vez a la ruptura de Sarkozy con su predecesor. MAM también está pletórica. «Es para mí una inmensa alegría y la impresión de que acaba una injusticia», pregona.
Hace tres años, en declaraciones a la revista 'Elle', Alliot-Marie reconocía no tener ninguna duda de que Ollier, «si no hubiera compartido mi vida, habría sido varias veces ministro». «Lleva su propia carrera pero, en cierta medida, se ha sacrificado por mí», observaba la política vascofrancesa. «Es desolador y horrorosamente carca pero el mundo político aún no está preparado para aceptar a una pareja en el Gobierno», constataba.