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cumbre en lisboa

La OTAN acuerda iniciar la retirada de Afganistán a principios de 2011 y concluír el traspaso en 2014

Rasmussen puntualiza que después de esa fecha mantendrán tropas de la Alianza en el país con otras funciones de apoyo

AGENCIAS
LISBOAActualizado:

La OTAN ha aprobado el esquema de la salida progresiva de las tropas internacionales de Afganistán, que comenzará en la primavera de 2011 con el objetivo de concluirla a finales de 2014, aunque ha advertido de que seguirá teniendo soldados más allá de esa fecha y de que el inicio de la retirada no significará el final de los combates, según ha anunciado el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen en la cumbre que reúne en Lisboa a los 28 países de la OTAN y a otras 20 naciones que tienen tropas desplegadas en el país asiático dentro de la misión de ISAF.

La cumbre ha trazado el mapa de cómo debe ser la transferencia de la responsabilidad a manos afganas, que significará también el inicio de la retirada progresiva de los 131.000 soldados que dirige la OTAN en suelo afgano. Según ha señalado Rasmussen, el proceso se iniciará "a comienzos del próximo año", si bien fuentes aliadas han ido más allá al precisar que será en marzo o abril.

Varios países han anunciado que a mediados de 2011 comenzarán a retirar a algunos de sus soldados, pero Rasmussen ha dejado claro que el inicio de esta "nueva fase" no debe permitir que los talibanes se hagan ilusiones, porque no supone que habrá un vacío de poder ni que "la OTAN abandona ese país". La transición "no equivale a una retirada de las tropas de ISAF", insiste la declaración emitida en la reunión.

El plan acordado en Lisboa establece que las fuerzas de seguridad afganas aumenten progresivamente su área de responsabilidad hasta dirigir la seguridad en todo el territorio para finales de 2014, lo que concluirá la misión de combate de las fuerzas extranjeras. Esto no significa que todos los soldados de ISAF hayan dejado Afganistán para entonces, pues todavía quedará un número no precisado como respaldo de las fuerzas afganas o en tareas de instrucción y formación.

Una transición con matices

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha subrayado que, si bien el proceso de transición "no es estrictamente equivalente" a la retirada, su inicio "abre la puerta para un repliegue de tropas progresivo".

Varios líderes aliados se han mostrado vagos acerca de cómo sería la presencia militar más allá de 2014, ya que no pueden prever cómo evolucionará el país en cuatro años. Así, Obama ha advertido de que hará "lo que sea necesario" para salvaguardar la seguridad de EEUU, por lo que no ha descartado mantener en Afganistán una fuerza militar con misiones antiterroristas.

Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, ha confirmado que la "fecha límite" para el regreso de sus tropas de combate será 2015, aunque se mantendrán algunos soldados para tareas de respaldo y adiestramiento.

El presidente afgano, Hamid Karzai, ha mostrado su optimismo sobre el éxito del proceso de transición y ha señalado que su Gobierno continuará el diálogo de paz con los insurgentes. "Confiamos en que la transición de la seguridad a las autoridades afganas tendrá éxito", ha afirmado.

Advertencia contra el triunfalismo

Rasmussen ha recalcado que la potenciación de la misión de instrucción de soldados y policías afganos es la llave para la retirada. Por ello, la OTAN intensificará la formación de manera que los miembros de las fuerzas afganas aumenten desde los 260.000 actuales hasta 305.600 en octubre de 2011. La Alianza y Afganistán también han cerrado un acuerdo de cooperación a largo plazo que sella el compromiso de la OTAN con ese país.

A pesar de que la decisión abre la puerta a la retirada tan deseada por los países aportan tropas, ha habido varias advertencias contra el triunfalismo de un repliegue rápido. "Nadie debe pensar que los combates han terminado, la ofensiva continúa", ha afirmado el asesor de la Casa Blanca sobre Afganistán, el general Douglas Lute. La reunión también ha urgido a Karzai a mejorar la acción de Gobierno y luchar contra la corrupción para que la retirada de las tropas no cree un vacío que sea aprovechado por los talibanes. "Karzai sabe que tiene que responder a las preocupaciones del pueblo afgano y a las nuestras", ha afirmado en este sentido Obama.

La decisión de lanzar el proceso se tomó después de que el jefe de las tropas internacionales en Afganistán, el general David Petraeus, explicara a los líderes la situación en las diferentes zonas del país. Las provincias afganas se han colocado en distintos grupos en función de su evolución de cara a la fase de transición, aunque no se divulgará para evitar que los talibanes usen la información para guiar su acción con ataques propagandísticos.