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Hacer caja y campaña sale muy caro
Los campeones del mundo volvieron a asumir un enorme riesgo deportivo; Tras los desastres ante Argentina y Portugal, la RFEF se replantea este tipo de amistosos que dejan votos y dinero
MADRID. Actualizado: Guardar'Malos tiempos para la lírica'. El clásico tema de 'Golpes Bajos', y también la denominación del célebre grupo gallego de los ochenta, vienen como anillo al dedo para explicar el sentir de los campeones del mundo después de ser bailados hasta la humillación en uno de eso amistosos en los que España no tiene nada que ganar y sí mucho que perder. La afrenta de Lisboa fue un pésimo e injustificable colofón a un año de ensueño. El lógico afán de la Federación por hacer caja -2,5 millones de euros por jugar en Portugal, según fuentes de la organización- y la necesidad de hacer campaña para promocionar la candidatura ibérica y conseguir un buen 'lobby' para la votación del 2 de diciembre en Zúrich, traen como contrapartida un desgaste de 'La Roja', un desprestigio que no se recuerda semejante en ninguna otra selección ganadora de la Copa del Mundo. Es impensable ver a brasileños, italianos, alemanes, argentinos y hasta franceses coronarse y luego encajar ocho goles en dos encuentros teóricamente festivos. Se puede perder, es lógico incluso levantar un poco el pie a menos de dos semanas del clásico y que el rival salga más enchufado, pero en ningún caso es aceptable caer de esa forma.
Fuentes de la propia Federación confesaban la misma noche del miércoles que se replantean este tipo de amistosos ante selecciones de primer nivel, y con ánimo de revancha. Asumen el alto riesgo que presentan choques así de exigentes, amistosos para los españoles que son finales para los adversarios. La selección baja la persiana hasta el 9 de febrero de 2012, fecha FIFA en la que se planteaba disputar un gran partido ante Brasil, previsiblemente en Madrid. De momento, sin embargo, el rival está en el aire.
Hacía nada menos que 47 años que la ''Roja' no sufría un varapalo de este tipo, desde que encajó un 2-6 ante Escocia en otro 'jogo particular', que dirían los lusos.
Del Bosque, dolido
Apesadumbrado, el técnico daba la cara y asumía el grave error en primera persona. Sin ambages. «No hay disculpa posible. Ante Argentina dije que fue una derrota digna pero contra Portugal no estuvimos bien ni en el campo ni en el banquillo. No supimos transmitir la motivación necesaria y así el rendimiento disminuye», explicó. Considera el seleccionador que quizá les «traiciona el subconsciente» cuando no hay tres puntos o una clasificación en juego. «Hay algo en la mente de cada uno que no nos permite actuar con la intensidad que deberíamos. La intención es buena pero la realidad luego es otra, desde el banquillo y desde fuera. Hacerlo peor es imposible», insistió el técnico español.