El cólera se descontrola en Haití
La enfermedad ya se ha propagado por las diez regiones del país mientras las autoridades se muestran incapaces de frenar su avance
Actualizado:La epidemia de cólera avanza imparable en Haití. Ayer se había extendido en las diez provincias que conforman el paupérrimo país y había penetrado en sectores tan vulnerables para la propagación de la enfermendad como las prisiones. El brote, que se había podido contener tras su detección el 20 de octubre, resurgió con más fuerza después de las graves inundaciones que asolaron la parte occidental de La Española tras el paso del huracán 'Tomás' el pasado día 5. Las autoridades se muestran impotentes para frenar los estragos que causa la epidemia, hasta ahora contabilizados en 1.110 muertos y 18.382 infectados. Pero las previsiones, según Nigel Fisher, representante especial de la Misión de Estabilización de la ONU (Minustah), anuncian un aumento dramático de las víctimas hasta los 200.000.
La población se desespera al ver morir o infectarse a familiares, amigos y vecinos sin que pueda hacer nada por evitarlo. El presidente René Preval realizó ayer un nuevo llamamiento a la calma y pidió a los manifestantes que por tercer día consecutivo exigen con cortes de caminos y quema de neumáticos la salida del país del batallón de cascos azules de Nepal que cesen en su movilización. Los alborotadores acusan a las fuerzas de ese país asiático de haber llevado el cólera a la isla. Hasta ahora ha habido dos muertos y una decena de heridos por choques entre jóvenes y fuerzas de la ONU, que libraron una verdadera batalla campal en Cabo haitiano, epicentro de los graves disturbios del martes.
Ayer se mantenían los cortes de carreteras, lo que impide el abastecimiento de recursos y la llegada de ayuda humanitaria a las zonas afectadas por la epidemia. Algunos medios informaron de que tuvieron que cancelarse vuelos con material de higiene, equipos médicos y personal al no poder llegar los transportes. Asimismo, la revuelta ha obligado a suspender la purificación del agua en algunas ciudades, lo que ha agudizado el problema.
Las malas condiciones higiénicas, sin una red de agua potable y de alcantarillado son un caldo de cultivo perfecto para este nuevo azote que golpea la isla caribeña que ha sufrido durante años deforestaciones, inundaciones y huracanes.
Varios años de efecto
Las autoridades sanitarias saben que no podrán erradicar la enfermedad en varios años. Por eso insisten en que se sigan las mínimas normas de hiegiene y se evite el contacto con aguas sucias, algo que dado el nivel de vida del 80% de los nueve millones de haitianos es prácticamente imposibl. El cólera es un «problema de seguridad nacional» en Haití, destacaron las autoridades. Un problema que se agudiza aún más a solo diez días de las inundaciones.
Pero al otro lado de la frontera y en las cercanas costas estadounidenses de Florida también comienzan a preocuparse. El martes, el departamento sanitario de la República Dominicana detectó tres casos de infectados de cólera. Se trataba de ciudadanos haitianos que habían cruzado al lado oriental de isla que comparten ambos países.
El Gobierno dominicano ha explicado que los afectados son casos aislados. Además el sistema de tratamiento de residuos fecales de esta parte de La Española es bastante más avanzado que el de su vecinos, ya que habitualmente se acomete un tratamiento especial para evitar su contacto con alcantarillados públicos que pudieran poner en riesgo a sus habitantes. Por eso el Gobierno de Leonel Ferández está convencido de que la situación no va a ir a peor. Sin embargo, el diputado Héctor Féliz, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), denunció que el Ejecutivo está ocultando la realidad. Dijo que había al menos catorce enfermos. «Lo vi con mis propios ojos. Los haitianos tenían colocados 'pampers' (pañales), estaban afectados de vómitos, diarrea y estaban acostados en el suelo».