Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
MUNDO

Alemania se blinda ante una inminente ola de atentados

El ministro del Interior informa de que hay pruebas claras de que comandos de Al-Qaida esperan la orden para atacar a finales de mes

ENRIQUE MÜLLER CORRESPONSAL
BERLÍN.Actualizado:

El ministro del Interior alemán, Thomas de Mazière, se presentó ayer ante la prensa para informar de que el Gobierno tiene pruebas concretas de que extremistas islámicos planean llevar a cabo atentados en territorio germano previsiblemente a final de mes.

Durante su breve comparecencia, De Mazière destacó que ha ordenado extremar la vigilancia en aeropuertos, estaciones de ferrocarril, plazas y calles y admitió que la situación se había vuelto muy seria. «Hay razones para preocuparse, pero no para la histeria», trató de tranquilizar el ministro, pero a continuación reveló que el Gobierno había sido informado por un servicio de inteligencia de un país amigo de los inminentes ataques. «Nos mostraremos fuertes y no nos dejaremos avasallar, ni tampoco permitir que el terrorismo internacional limite nuestro modo de vida ni nuestra cultura», expresó con rotundidad.

Según algunos medios periodísticos, habrían sido los servicios de inteligencia estadounidenses los que informaron al Ejecutivo de Angela Merkel de que un grupo integrado por una docena de terroristas islámicos están a la espera de ser enviados a Europa con la misión de cometer atentados en Alemania, al estilo de los que sacudieron hace dos años la ciudad keniana de Mombasa y que causaron 168 víctimas.

La fecha posible para la llegada de los terroristas al país, según esas informaciones, estaría fijada en el próximo día 22 bajo la supervisión de Mohamed Ilys Kashmiri, un paquistaní considerado como uno de los líderes de Al-Qaida.

No es la primera vez que De Mazière alude a la posibilidad de que Alemania sea el objetivo de una ola de ataques terroristas, pero en anteriores ocasiones el ministro había minimizado el peligro cuando tanto Berlín como París y Roma fueron advertidos de tal riesgo por parte de EE UU y Reino Unido.