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Cerca de 200 pacientes se beneficiarán cada año de la nueva Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Puerta del Mar

Permitirá mejorar la calidad de vida de los enfermos con patologías cardiovasculares

Cádiz Actualizado: Guardar
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Cerca de 200 pacientes se beneficiarán cada año de la nueva Unidad de Rehabilitación Cardíaca del Hospital Universitario Puerta del Mar, lo que permitirá mejorar la calidad de vida de los enfermos con patologías cardiovasculares.

En este dispositivo, que ha visitado el delegado provincial de Salud, Hipólito García, se ha invertido en torno a 60.000 euros, siendo la primera unidad de la provincia y la novena de la comunidad autónoma.

La rehabilitación cardíaca es una actividad multidisciplinar que persigue, entre otros fines, que el paciente que sufra un infarto de miocardio pueda recuperar lo antes posible su estado previo para poder llevar una actividad diaria normal y reincorporarse a su puesto de trabajo. La evidencia científica avala la utilidad de este tipo de asistencia sanitaria para disminuir el índice de mortalidad de estas personas.

El nuevo servicio cuenta con un programa de atención multidisciplinar que comprende una valoración cardiológica previa, en la que evalúa el riesgo del paciente, así como el desarrollo de un plan de rehabilitación individualizado, que incluye, entre otros elementos, un programa de ejercicio físico y la educación del paciente orientada hacia el control de los diversos factores de riesgo vascular, como son el tabaquismo, obesidad, hábitos dietéticos, hábitos de actividad física o el control del estrés.

El Hospital Puerta del Mar, con vistas a la realización del plan de ejercicio físico, la ha dotado también con un nuevo equipamiento consistente en seis cicloergómetros y dos tapices rodantes, controlados por un sistema informático, lo que permite adaptar los distintos parámetros del tratamiento a las características de cada enfermo. Además, la Unidad de Rehabilitación Cardiaca está dotada de otros componentes necesarios, como un carro de parada cardiaca, electrocardiógrafo, un desfibrilador y un ergómetro.

Un estudio de la situación clínica del paciente en función de si su problema cardiaco es riesgo alto, medio o bajo determinará la frecuentación en la unidad, en un arco de entre seis y 36 semanas; los grupos serán de ocho personas.