Jerez

INGENIERÍA SOCIAL

DANIEL GUTIÉRREZ Actualizado: Guardar
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Ingeniería social. Esa es la acepción que asocia Miguel Ángel a la gestión que están realizando los que en estos momentos rigen los designios del país después de leer noticias como la de que agentes de la Policía Nacional tuvieron que escoltar la entrada al colegio Andrés de Ribera debido al temor de los docentes de que el conflicto de una familia con un trabajador pudiera llegar a mayores. La experiencia con la administración de este internauta no ha sido demasiado halagüeña y así lo hace saber. «En este colegio me obligaba la Junta de Andalucía a llevar mis hijos. No más guetos. No quieren darle una oportunidad a esas criaturas integrándolas en otros colegios. Cuando se produjo la escolarización de mi hija sólo había cinco niños matriculados y obligando a los padres de la periferia a que llevemos nuestros hijos allí. Pues con los míos no vas a jugar» se queja alto y claro.

Y de la educación nos pasamos al sector sanitario, donde a Pericle no le ha hecho demasiada gracia saber que un error con las máquinas de tren de lavado que se utilizan en las cocinas esté motivando que sirvan los menús en enseres de plástico que cuestan 6.000 euros al día, algo que le parece «lamentable» y que le lleva a preguntarse «¿Qué capacidad tienen los que administran nuestro dinero y con qué criterios lo gastan? Qué el envase cueste casi tanto como el contenido es de película». Ahora deberíamos preguntarle de qué tipo de película hablamos: cómica o de terror.

Sin duda alguna la de yo sería trágica, no ya sólo por el fallecimiento de la joven pareja en una vivienda del barrio de San Benito, a cuyas familias les traslada «el pésame», sino también por circunstancias tale como Jerez aparezca como una de las ciudades de la provincia que más alto paga los impuestos. «Donde menos empleo hay, donde menos riqueza se genera, y nos agobian con altos impuestos. Al final una vivienda humilde se convierte en una pesada cruz». ¡Y qué cruz!