Siguen la pista de tres extranjeros como posibles autores del robo

La imagen, grabada por las cámaras de circuito cerrado, de los tres atracadores que el lunes asaltaron la sucursal de Cajasol en la barriada de Astilleros se encuentra ya en diferentes comisarías de Policía de España, para cotejar si coinciden con la descripción de otros delincuentes, con los autores de algún atraco anterior o cualquier otro que tenga lugar a partir de ahora.

Por ahora, la Policía no han podido identificarlos, ya que no cuentan con fichas policiales anteriores. Quizá seguros de ello y de que sus rostros eran desconocidos todavía, se atrevieron a robar en la sucursal gaditana con el rostro descubierto y no con capuchas, como en principio se había informado por parte de fuentes cercanas a la investigación. Ayer, gracias a la declaración del director de la caja de ahorros, que fue testigo y víctima del atraco, la Unidad contra Delitos Violentos de la comisaría gaditana pudo confirmar algunos detalles del robo que la jornada anterior se habían recogido de manera provisional.

Entre ellos, el arma con el que los ladrones obligaron a los empleados de la caja de ahorros a abrir la caja de caudales y entregarles el dinero: 20.700 euros. Como ya se indicó ayer, los individuos usaron al menos un cúter en sus amenazas.

Sin embargo, según apuntaron los testigos, algunos de los hombres se palpaban la ropa, en un ademán con el que parecían querer indicar que además llevaban un arma de fuego. Se sospecha también que los tres individuos sean ciudadanos de origen extranjero, ya que contaban con acentos no españoles. Sin embargo, el director de la sucursal no pudo asegurar a la Policía a qué país podrían pertenecer.

Lo que sí parece deducirse de las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad es que los ladrones no eran meros aficionados, pues actuaron con bastante serenidad y parecían haber estudiado el golpe con detalles, en lugar de llevarlo a cabo de manera atropellada. Sin improvisaciones. Indicio de esto es que exigieran el dinero de la caja fuerte, en lugar de robar los billetes que se encontraban en cajones para el uso más inmediato. Esto permitiría, por tanto, pensar que puedan haber actuado en ocasiones anteriores o que lo hagan en adelante.